«El cine de los sábados», de Antonio Martínez Sarrión

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Desencarnó el poeta, ensayista y traductor Antonio Martínez Sarrión (Albacete, 1939-Madrid, 2021). Teatro de operaciones (El Toro de Barro, 1967) fue su primer poemario al que siguieron muchos más, pero me sigue gustando aquella frescura y sencillez de sus primeros poemas. Luego llegarían los novísimos, o sea llegó el seleccionador Josep Maria Castellet y lo incluyó en la antología Nueve novísimos poetas españoles (1970) y desde entonces nada es igual: la poesía española, esa tragicomedia, sigue esperando a Godot. Martínez Sarrión asumió desde el principio referencias culturales y míticas de la literatura, el cine y el jazz, sin ir más lejos. Luego otros muchos más lo siguieron. Todos y todas reivindicaban por aquel entonces la libertad y la inspiración creadora frente al realismo de la generación anterior. Y me gusta especialmente aquello que dejó escrito en su momento, en su poética para la Antología consultada de la poesía española. El último tercio del siglo (1968-1998) (Visor, 1998): “Inconcebiblemente, en estos último años y en este país, se ha pretendido resucitar la mohosa cuestión de la claridad u oscuridad deseable en la lírica. A este respecto, por mucho que me empeñara, jamás mejoraría el siguiente dístico de Rafael Alberti que, para mí, clausura y sella tan estéril, falsa y estólida cuestión: Poeta, por ser claro, no se es mejor poeta./ Por oscuro, poeta, no lo olvides, tampoco”. A mí, el fulgor de su poesía más de un trecho de este camino me ha alumbrado. Pues su poesía, con su luz va desnuda y no necesita nada más. ¡Descansa en paz, poeta, y gracias por escribir! Enrique Villagrasa

 

el cine de los sábados

 

maravillas del cine maravillas

de luz parpadeante entre silbidos

niños con sus mamás que iban abajo

entre panteras un indio se esfuerza

para alcanzar los frutos más dorados

ivonne de carlo baila en scherezade

no sé si danza musulmana o tango

amor de mis quince años marilyn

ríos de la memoria tan amargos

luego la cena desabrida y fría

y los ojos ardiendo como faros

 

 

Teatro de Operaciones

Antonio Martínez Sarrión

El Toro de Barro