El abecedario casual de Eva G. Sáenz de Urturi
Texto: Eva G. SÁENZ DE URTURI Foto: Asís G. AYERBE
Eva García Sáenz de Urturi, la autora superventas de la trilogía de La ciudad blanca, rinde en su novela Aquitania un homenaje a El nombre de la rosa y la describe como “un ‘Juego de Tronos’ fundacional en Europa”.
Esta óptica de profesión nos recuerda el lema de la familia protagonista de Aquitania: “SSS: solo sé seguir, y eso es lo que hace la literatura: seguir siempre”
Amor: Eso que te conecta a otra piel.
Belleza: Es una bendición tener la capacidad de percibirla.
Cultura: Lo que salva a un país y lo instala en el siglo XXI.
Dios: Me cuentan que a muchos consuela, yo rezo a los libros.
Europa: Un viejo continente, me gusta recorrerlo.
Femenino: Soy de mirar al mundo sin fijarme en géneros.
Galardón: Recompensa.
Historia: Eterna fuente de historias con mayúsculas.
Invisibilidad: La bendición del tranquilo.
Juventud: Estado de gracia que dura unas décadas.
Kafkiano*: El presente pandémico.
Literatura: El valor refugio por antonomasia, el oro cultural.
Medioevo: Un lugar al que me gusta volver.
Novela: Espejo, atalaya, mirador, ventana. Por deformación profesional —soy óptico—, todo tiene que ver con el sentido de la vista.
Ñoño: Curiosa palabra que contiene dos eñes.
Olvido: Lo que seremos en un par de generaciones, nuestros biznietos no sabrán a qué nos dedicamos cada uno de nosotros.
Política: Me gusta el lema de los duques de Aquitania, gobernar buscando la calidad de vida de los aquitanos.
Quijotesco: Respuesta a la saturación de varios siglos de novelas de caballerías.
Rebeldía: Me fascinan los ancianos rebeldes.
Soledad: Lo único que nutre y sana.
Thriller: Buscar el “por qué lo ha hecho” más allá del “quién ha sido”.
Universal: Ciertas historias como las tramas de búsqueda o de redención.
Verdad: Lo más subjetivo que existe.
Web: Red que conecta y desconecta.
Xenofobia: Un mal del siglo XX que retorna, retorna y retorna.
Yo: Primera persona del singular.
Zigzag: Otra curiosa palabra con dos zetas y dos ges .
