El abecedario casual de Eduardo Mendoza
Texto: Eduardo MENDOZA Foto: Iván GIMÉNEZ
Hace algo más de siete años, en nuestra revista Librújula en papel, empezamos a someter a nuestra Entrevista Abecedario a varios escritores y escritoras de nuestro país, a los que les pedíamos que definiesen muy brevemente las palabras que les lanzábamos.
Este verano hemos hecho una selección de algunas de estas ingeniosas entrevistas para publicar en el digital e inauguramos la sección con uno de los grandes de las letras, Eduardo Mendoza.
Arte: Lo que los otros definen como tal.
Barcelona: Una ciudad como otra cualquiera, accidentalmente sobrevalorada.
Cretino: El que contesta cuestionarios.
Dios: El que lo plantea.
Éxito: Lo que los medios definen como tal.
Fracaso: Lo que uno mismo define como tal.
Gratis: Una utopía que no existe en la realidad.
Humor: Lo que a cada uno le hace gracia.
Ira: Desahogos de la buena educación.
Justicia: Lo que uno cree merecer y no está dispuesto a conceder.
Kriptonita: Lo que humaniza al pobre Superman.
Lectura: Lo que humaniza a los que no somos Superman.
Mañana: Lo que nunca llega.
Nacionalismo: Lo que nos ha llegado.
Ñoño: Las respuestas a este cuestionario.
Oasis: Un sitio donde te dejan en paz.
Patria: Un sitio donde no te dejan en paz.
Quijotesco: Las enseñanzas de don Francisco Rico.
Raro: Pere Gimferrer.
Sexo: Como la kriptonita, pero más divertido.
Transición: Lo que está pasando continuamente.
Universal: Una productora cinematográfica.
Vegetarianismo: Pocas ganas de trabajar.
Water-closet: Un lugar ideal para leer cuestionarios.
Xenofobia: Resistencia psicológica a tocar instrumentos de viento.
Yo: El que firma sin leer.
Zarpar: Arañar a los bobos que miran.