Serhiy Borschevsky: “Si Rusia se apodera de Ucrania totalmente, los ucranianos van a guerrear contra Europa»

,

El traductor al ucraniano de Borges, Lope de Vega, Rubén Darío o Antonio Machado explica en una entrevista a LIBRÚJULA desde su piso de Kyiv cómo la ciudad vive entre el latido cultural y el estruendo de las bombas.

Texto:  Antonio iturbe

 

Cuando conocí a Serhiy Borschevsky en un encuentro en la embajada española en Kyiv me llamó la atención su amena y culta conversación en un castellano excelente. Me explicó que había conocido en Buenos Aires a María Kodama, la viuda de Jorge Luis Borges. Y es que estaba ante el traductor al ucraniano de Calderón de la Barca, Góngora, Borges o Cortázar. Aquella tarde en la embajada enseguida me pidió que lo llamase Sergio.  Es una figura muy destacada en la cultura de su país, aunque de eso me enteré más tarde porque él es una persona humilde y con mucho sentido del humor.

Una muestra de su agudo sentido del humor, y de su fabuloso dominio de la lengua española, son los epigramas que me enviaba algunas veces a través del correo electrónico. Rimas humorísticas donde la burla y el sarcasmo eran herramientas para contar la tragedia que está viviendo su país, brutalmente atacado por la voracidad militar de la Rusia de Putin.

Serhiy Borschevsky y su esposa habrían podido abandonar Kyiv y haber encontrado acomodo en cualquier lugar de Europa, pero prefirieron quedarse en su piso de siempre junto a su hija y sus nietos a resistir juntos. En algunos correos electrónicos me contaba que tenía que trabajar de noche en sus traducciones y ensayos y dormir de día, porque de día se cortaba el acceso a internet. Alguna carta la finalizaba con su sentido del humor imbatible: “Abrazos (no cálidos por falta de calefacción)”.

Una videoconferencia nos ha permitido volver a vernos las caras y la de Sergio Borschevsky era la de ese hombre de letras afable y risueño que trata de que el sufrimiento no se le note. Cuando le pregunto ¿Cómo estáis en casa? me responde con esa mezcla suya de seriedad e ironía: “Como se dice en Cuba, «más o menos», pero ellos dicen «ma o meno».

¿Y cuál es la situación general en Kyiv?

Como decía en la época comunista Fidel Castro: vivimos un periodo especial. Aquí hemos tenido diferentes periodos porque las primeras semanas en el inicio del ataque en 2022 las tropas de Rusia estaban muy cerca, incluso con artillería podían destruir edificios de la ciudad, pero fueron rechazados. Ahora no estamos cerca del frente como sucede en otras provincias.  Ellos atacan aquí solamente con misiles y con drones. Podemos decir que Kyiv sigue con su vida semi normal, la prueba es que los teatros siguen funcionando… ¡hay cuatro de mis traducciones en escena!

Pero la guerra da sus zarpazos…

Naturalmente. Hay cortes eléctricos, muchas horas en los refugios por ataques aéreos. La calle donde resido tiene alguna zona destruida porque hubo varios ataques. La tienda de comestibles en la esquina ha substituido los cristales por madera, lo mismo que en algunas casas. Un edificio tiene el quinto piso destrozado, justo el apartamento donde había vivido el presidente de la unión de pintores de Ucrania.

Sorprende en el resto de Europa es que esas tiendas que ven estallar sus cristaleras por un ataque aéreo al poco vuelven a abrir…

Lo mismo sucedió en una cafetería cerca de una estación de metro aquí cerca; estallaron todos sus cristales. Entonces, el camarero limpió el suelo, arregló lo necesario y abrió al cabo de dos horas. La tienda donde compramos el pan sobrevivíó ya a varios ataques. La ciudad no se detiene, todo está en funcionamiento.

¿Esta resistencia ha unido más todavía a los ucranianos?  

La meta de Rusia es borrarnos del mapa y convertirnos en otra especie. Lo más importante para el régimen del Kremlin es que no seamos ucranianos, borrar nuestra identidad. Pero ahora en Kyiv el idioma ucraniano suena más que antes de la guerra. Incluso algunos que participaban en películas rodadas en empresas cinematográficas rusas han pasado al idioma ucraniano. Igual ha sucedido en el teatro, que ha pasado al ucraniano. Está saliéndoles al revés de su empeño.

¿Y qué opinas de ese empeño de Rusia en hacer ver que Ucrania es un apéndice de la gran Rusia?

Hay algo muy simple de explicar: durante mi vida hubo dos grandes fechas conmemorativas durante la etapa de la Unión Soviética:  la celebración de los 800 años de Moscú y la de los 1500 años de Kyiv. ¿Qué hermanos mayores son los rusos? ¡Pero si no existían todavía cuando en el siglo XII Kyiv era una gran ciudad europea con multitud de tratados internacionales!

¿Por qué era hasta ahora tan utilizado el ruso en Ucrania?

Vivíamos en un imperio y el idioma del imperio ha sido el ruso, Desde el siglo XVII hubo muchas leyes y decretos que venían primero de los zares y luego de los bolcheviques que fijaban el papel secundario de los idiomas nacionales. Yo trabajé como diplomático en Minsk, en Bielorrusia, un país socio de Rusia. El idioma bielorruso no se oye en la calle, Yo estuve en un evento donde se celebraba el Día del idioma bielorruso, ¡Y el acto se desarrollaba en ruso! Esto fue en 2004 o 2005. Solamente el ministro de cultura habló en bielorruso. Por cierto, ese ministro de cultura duró muy poco, lo expulsaron al poco tiempo, no por esa intervención concreta pero sí por su actitud general. Lo mismo pasa con las escuelas y universidades, todo en el idioma ruso”.

¿Y cómo llega un ucraniano como tú al idioma español?

Pues por casualidad. Estudiaba el octavo grado de la escuela, escribía poemas y,  como me interesaba aprender otras literaturas, estudiaba alemán. Había profesores muy interesantes que al no pertenecer al partido comunista no podían dar clase en la universidad, pero sí en estos cursos complementarios. Mis padres eran amigos de una familia donde el padre había vivido muchos años en México. Consiguió que no lo encarcelaran durante los años del terror en la década de 1930. Un día nos encontramos por la calle con su hijo, profesor de tales cursos, y me preguntó qué hacía y le conté que asistía a cursos de alemán y me dijo: ¿por qué no asistes a mis cursos de español? Y ahí empezó todo. Después tuve que elegir entre alemán y español y elegí el español porque la literatura española e hispanoamericana era más amplia y más desconocida en nuestro país.

¿Por qué era tan importante para ti la literatura?

En mi juventud, durante los últimos años de la escuela, en la década de 1960, estaba siendo un momento muy importante para la literatura ucraniana. Después de la muerte de Stalin surgían en ese periodo muchos clubs literarios. Yo fui co-presidente de uno de ellos. Aparecieron muchos escritores jóvenes muy interesantes que ahora consideramos clásicos. Conocí a muchos de ellos. Era una generación que no quería vivir como antes, no querían vivir en una jaula.

En Europa los escritores han acostumbrado en general durante las guerras a estar en su mundo intelectual, lejos de la primera línea de conflicto. En Ucrania los escritores se han puesto el casco y se han ido a combatir al frente.

Estos escritores entienden muy bien una cosa muy simple: no quieren regresar a la Unión Soviética. Y además hemos visto algo peligroso en las regiones subordinadas a Rusia: acaban reclutando a los ucranianos para combatir contra nosotros. Si Rusia se apodera de Ucrania totalmente, los ucranianos van a guerrear contra Europa. Eso es lo más peligroso.

¿Europa está preocupada por la agresividad de Rusia, pero debería estarlo todavía más?

Yo escribí un artículo con el título: Ucrania es el guardafronteras entre Rusia y Europa.  Rusia necesita el territorio de Ucrania para aproximarse militarmente a los países europeos. Necesita yacimientos y fábricas ucranianas para su desarrollo militar. Necesita recursos humanos para que trabajen para Rusia y para alistar a los ucranianos, para que mueran por Rusia en sus guerras futuras, porque esta guerra no es la última. Lo único que puede frenar a Rusia sería su derrota en Ucrania que, a la vez, podría frenar a China, Corea del Norte y otros cómplices.

Has trabajado durante muchos años para el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania tras su independencia y eres experto en Rusia. ¿Puedes decirnos si actualmente hay alguna posibilidad de que Putin sea movido de su trono?

No debemos poner tanto el acento en la personalidad de Putin. El problema es la propia población de Rusia. Lo vimos en la guerra en Georgia, después del triunfo de apoderarse de dos regiones de Georgia el régimen de Putin creció mucho más en popularidad y se hizo más fuerte. Él hace lo que quiere la población porque hay un sentimiento imperialista. En Rusia no hay tradición democrática. Después de derribar al zar en la revolución de febrero la democracia duró hasta la revolución de octubre. Unos pocos meses de democracia en varios siglos. No están acostumbrados. Tienen un simulacro de democracia con un parlamento donde se supone que hay varios partidos pero si miras quienes son esos diputados, resulta que son agentes de los servicios secretos.  ¿Esa iglesia rusa es una iglesia o es parte de los servicios especiales?

Llevas 50 años traduciendo del español al ucraniano y conoces muy bien la cultura ucraniana y la española. ¿Has encontrado conexiones?

Conexiones hay siempre. Mi profesor de la universidad de Kyiv de traducción escribió un trabajo acerca de los puntos comunes del cantar del Mio Cid y la gran obra folclórica de la literatura ucraniana. Hay muchos rasgos comunes entre los poetas de la generación de Antonio Machado y los poetas ucranianos de esa época, la mayoría de los cuales fueron represaliados y fusilados en la Unión Soviética. En Ucrania interesa la literatura española. El año pasado logré traducir y editar cuatro libros, uno de ellos la primera antología de Góngora en ucraniano.

Parece evidente que en Ucrania se lee mucho…

En Kyiv, incluso en las actuales condiciones de guerra, se abren librerías nuevas donde se puede incluso tomar café y hay presentaciones de libros y debates. También sucede en el resto del país. Hace poco un ataque ruso destruyó una librería en Jarkiv, el año pasado destruyeron un almacén muy importante y también un almacén de libros de un amigo mío en Kyiv

No parece casualidad un ataque tan brutal a un almacén como el Jarkiv donde perdieron la vida 7 personas y se calcinaron 50.000 libros. ¿Los rusos ven los libros como enemigos?

En las ciudades ocupadas lo primero que hacen, como en la Alemania nazi, son hogueras de libros. También han destruido museos y robado pinturas. El expolio cultural forma parte de su tradición.