Un homenaje sin excusas para un mito viviente de la cultura catalana

Marta Pessarrodona, poeta, periodista, traductora y pionera del movimiento feminista en Cataluña fue homenajeada por la Asociación Colegial de Escritores de Cataluña (ACEC) en un acto de celebración de su figura en la librería Ona de Barcelona que contó con el apoyo de CEDRO.

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Texto: Redacción    Foto: Dunia Márquez

Marta Pessarrodona no cumplía años, no había recibido ningún premio ni presentaba ningún libro. De hecho, llegó a la librería Ona al filo del inicio del homenaje acompañada de su perra Florence como si hubiera salido de casa a dar un paseo con ella. La presentadora del acto, Àngels Gregori lo dejó claro: “No necesitamos excusas para celebrar a Marta Pessarrodona”.

Nació en Terrassa en 1941.  A lo largo de su trayectoria ha desarrollado una intensa labor como poeta (“Animals i plantes”, 2010; “Variacions profanes”, 2019). También ha cultivado el ensayo: “Donasses” (2006), “França 1939. La cultura catalana exiliada” (2010 y 2019), “L’exili violeta” (2010), o “Virginia Woolf i el Grup de Bloomsbury” (2013).  Asimismo, ha dedicado buena parte de su vida al análisis y a dar visibilidad a autoras catalanas e internacionales como Maria Aurèlia Capmany, Mercè Rodoreda, Simone de Beauvoir  o Doris Lessing.   Entre sus reconocimientos figuran la Creu de Sant Jordi (1997), el Premi Nacional de Cultura de Literatura (2011), la Medalla d’Honor de Terrassa (2013) y el Premi d’Honor de les Lletres Catalanes (2019).

La actriz Montse Guallar abrió el acto de homenaje recitando poemas de la autora. A continuación, el presidente de la Asociación Colegial de Escritores de Cataluña, el poeta, novelista y periodista David Castillo señaló que “todos los proyectos que hacemos son para los escritores”. Explicó que “Marta Pessarrodona es una de las socias más reconocidas de la asociación”. Castillo recordó que ella fue una de las poetas de su generación “que no se dedicaron solo a los versos, sino también a la traducción o al periodismo”. Castillo, que la ha tratado desde hace muchos años, desgranó una retahíla de adjetivos calificativos para describirla: “excéntrica (¡lo que más me gusta!), maternal, familiar, humana, simpática, nunca circunstancial, perrera, Rodoredista… y nunca se toma demasiado en serio a sí misma, cosa que si hiciera más gente, el mundo iría mucho mejor”.

El joven poeta Mario Obrero ha tramado una relación de amistad muy afectuosa con ella, hasta el punto de que Pessarrodona contó risueña que se estaba planteando tomarlo como nieto adoptivo. Mario Obrero explicó en un perfecto catalán (él es de Getafe) que su poesía está llena de experiencia y de un movimiento que brota de sus versos. También que le fascina el flirteo en su poesía con las personas y los territorios. Le dijo a Pessarrodona: “Si quieres seguir siendo poeta por muchos años, nosotros querremos seguir siendo tus lectores”.

Otro de los buenos amigos de la homenajeada, el poeta y crítico literario Andreu Gomila, explicó su primer encuentro en casa de ella y el regalo que le hizo de un libro de poemas de Yeats, pero para que lo leyera en inglés. En una España en la que se hablaban pocos idiomas, ella fue una adelantada a su tiempo con su dominio del inglés y su cosmopolitismo. Gomila afirmó que “Es una maestra” y que “Ha ido haciendo su camino de manera perseverante porque hasta hace 15 años no le llegaron los premios”.

Tampoco a ella parecen quitarle el sueño los premios. La periodista y crítica literaria Marta Nadal explicó que en una de sus visitas le sorprendió ver que lo que llevaba colgando del cuello su perra era la Cruz de Sant Jordi. Nadal consideró que “no hace falta reivindicarla como gran poeta, que lo es, pero es importante reivindicarla como activista por los derechos de las mujeres”. Ahí la propia Pessarrodona explicó cómo un 8 de marzo en los opresivos años 1970 decidió con otras mujeres celebrar el día subiéndose con un megáfono a unos coches de caballos que alquilaron en la Rambla dando vueltas por el centro de la ciudad vestidas de sufragistas y lanzando consignas en favor de los derechos de las mujeres. “Unos nos insultaban y otros aplaudían. Al paso de los años el Día de la Mujer es una celebración que ha triunfado y eso me hace feliz”.

Nadal ha explicado que ha cultivado diversos géneros: memorias, ensayo… “pero todo nace de la poesía” y ha traído al acto las palabras de Ana María Moix refiriéndose a Pessarrodona: “Hay autores que escriben con palabras y autores que escriben con la vida”.

La escritora de Terrassa ha punteado en algunos momentos las palabras que le dedicaban sin querer extenderse en grandes discursos, como cuando ha explicado que “aprendí a llorar en la Estació de França de Barcelona, donde la gente se ponía con un pañuelo a despedir a los que se iban”. También ha contado con su irrenunciable sentido del humor que “recientemente se refirieron a mí como ‘la octogenaria autora de Terrassa’. Y es verdad. Voy a cumplir 84. Pero como soy disléxica, para mí son 48”.  Respecto al lema del homenaje organizado por la ACEC, titulado “Marta Pessarrodona passa de tot/Marta Pessarrodona pasa de todo”, ella ha puntualizado nuevamente con mucho humor que era un buen reclamo para el acto, “pero poniendo los pies en el suelo, he de decir que hay muchas cosas de las que no paso”.