«Tanto tiempo anduve tan desierta de ti…», de Goya Gutiérrez
Goya Gutiérrez (Cabolafuente – Zaragoza, 1954). Vive en Castelldefels – Barcelona. Es licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona. Ha sido profesora titular de instituto impartiendo la asignatura de Lengua y Literatura castellana. Desde 2003 es coeditora y directora de la revista literaria Alga. Hasta la fecha ha publicado las plaquettes Regresar (1995) y Desde la oscuridad/From the darkness (2014), y los poemarios De mares y espumas (2001), La mirada y el viaje (2004), El cantar de las amantes (2006), Ánforas (2009), Hacia lo abierto (2011), Grietas de luz (2015), Y a pesar de la niebla (2018) y Lugares que amar (2022). Su obra ha sido incluida en numerosas antologías impresas y en formato digital. Poemas suyos han sido traducidos al catalán, portugués, italiano e inglés.
Tanto tiempo anduve tan desierta de ti…
Vuelven las golondrinas del recuerdo, el color penetrante
emanado de las guirnaldas fúnebres,
el olor del incienso consumido, preámbulo
del peso ligero de la muerte en los hombros
abriendo los senderos con mis pies los pies desnudos
y sangrantes, los pedales de la pobreza, los esputos, las uñas
de animales sagrados, el trasiego por las vidas en
las nubes de tierra polvorienta,
el tintinear del oro, las palabras atemporales
allegados son iguales,
la estrechez que se abre, se bifurca, desemboca
en el puerto
del fuego, la ceniza que se ha de expandir y rotar
hacia otro principio,
la ceniza gestada en el hogar, mezclada con el agua
de mi lejana infancia
con que mi madre expulsaba la infernal calentura.
Se alzan los altares, los rincones sagrados del tiempo
que exorcizan el miedo a caer en ese pozo aciago,
en la vorágine del río de la muerte
y el eterno retorno.
Tanto tiempo estuve tan desierta de ti deambulando
entregada al azaroso soplo de los vientos y a su libertad,
que no oí las campanas anunciando el incendio
que asolaba su casa.
No reniego del libre errar de mis pasos que impotentes
a los males del mundo construyen una fe renacida
hija del desespero
que es amor y es vacío, un silencio en tu hueco
donde vierto mis preces
por quienes sigo amando, porque la ira de todos
los aullidos
afine sus acordes, amanse poco a poco su cólera.
POZO PRÓDIGO
Goya Gutiérrez
Olifante
80 págs. 15€