Desde Sanderson a Abercrombie, nadie quiere perderse el Celsius
Todo el mundo sabe que el clásico de Ray Bradbury «Fahrenheit 451» se llama así porque es la temperatura de ignición del papel. 232 grados en Celsius, y a lo mejor ya empezáis a intuir sobre qué voy a escribir. ¿Os suena el Festival Celsius 232? Empezamos…

Brandon Sanderson en uno de los encuentros del festival Celsius.
Texto: Antonio Torrubia Fotos: Maica Palacios/Pol S. Roca
En el pódcast de Librújula donde se hicieron eco de los 40 años de librería Gigamesh, nos invitaron a mi compañera librera (autora, editora y muchas cosas más) Isabel del Río, a Cristina Macia (otra que no se queda atrás entre traducir, escribir y montar festivales multitudinarios) y a mí mismo. Cristina es una de las tres cabezas del festival y ese día explicó los inicios del Celsius. Si no nos escuchasteis os recomiendo hacerlo, en plan transmedia total. De todos modos, os lo resumo: en junio de 2012 se publicaba Danza de dragones y George R.R. Martin planeaba visitar Europa, le apetecía volver a la Semana Negra de Gijón, en la que ya había estado como invitado diez años atrás. Con la serie de HBO y lo que había aumentado su popularidad, ya era inviable montar grandes f irmas en Madrid o Barcelona, y la tercera semana de julio fue la elegida para que el autor visitase Gijón y la Ciudad Condal, donde haría su última aparición multitudinaria en España.
Justo había elecciones en Gijón y el consistorio no acababa de cerrar una fecha para el evento. Por ese motivo, tres de los colaboradores de la Semana Negra más afines al fantástico decidieron buscar un sitio para que Martin pudiese volver a Asturias y no se perdiera la posibilidad de una visita al Principado. La traductora de Canción de hielo y fuego, Cristina Macía, el editor Jorge Iván Argiz y el Intérprete (en mayúsculas) Diego García Cruz lo hablaron con la gente de Ediciones Gigamesh y con el ayuntamiento de Avilés, y así nació el Festival Celsius 232, que se celebró entre el 18 y el 22 de julio de 2012. El cartel de ese primer año se encargó al portadista de los libros de Juego de tronos, Enrique Corominas. La primera edición superó todas las expectativas de afluencia de público y se consolidó como un fijo de cada verano en la ciudad. Martin pasó por Barcelona la semana siguiente al festival y presentó su libro en el CCCB, pero eso ya es otra historia…
Avanzamos en el tiempo a unos días después de que se emitiera el pódcast, momento en que yo veía la luz al final del túnel del mes de presentaciones, actos y entrevistas por los fastos del 40 Aniversario de librería Gigamesh. Antonio Iturbe me mandó un correo electrónico a una semana de viajar al Celsius y me preguntó si me apetecía contar mi experiencia de este festival, que sabíamos iba a estar marcado por ser la única parada de Brandon Sanderson en Europa durante este año, junto con todo el equipo de su compañía: Dragonsteel. Y, como suele pasar en estos casos, le dije que sí y delegué la entrega del texto (y el marrón de escribir unas miles de palabras) a mi yo de finales de julio.
Que conste que, pese a que mucha gente cree que voy cada año al Celsius, mi primera vez fue el pasado verano, este era la decimocuarta vez que se celebraba y creo que nadie estaba preparado para lo que nos íbamos a encontrar. En el panel se unían a Brandon Sanderson nombres como Barbara Hambly, Catriona Ward, Joe Abercrombie, Jay Kristoff, Agustina Bazterrica, Mónica Ojeda, Philip Fracassi, Kim Newman, Lisa Tuttle, Aliette de Bodard, Edward Carey, Adrian Tchaikowsky y muchos más autores internacionales y nacionales, guionistas de videojuegos, cosplayers, ilustradores, creadores de contenido y de juegos de rol…

Joe Abercrombie con sus fans.
La semana anterior al pistoletazo de salida, hubo algunos problemas con la aplicación para reservar hora en las firmas de Brandon y se cancelaron todas las reservas tras colapsar la web (ríete de Ticketmaster y el conseguir entradas para Taylor Swift). El viernes se repitió la reserva gratuita de firmas, pero desde Dragonsteel avisaron a los que consiguieron sitio el jueves y se les canceló para que contactasen con ellos y así poder arreglarlo de alguna manera. Conociendo al autor y a su mujer, Emily (que es también la CEO de Dragonsteel), y habiendo estado en dos sesiones de firmas del autor (Barcelona 2016, Madrid en 2019) y en el Celsius de 2024, ya sabía que no iban a dejar que nadie se fuese sin firma, ni sin una foto con él. Con la gente que tengo trato y decían que solo quería ir a cazar un autógrafo, ya les informé de que el espíritu del festival es ir a conocer a decenas de autores, quedar con otros fans y hacer terraceo (y disfrutar del clima y la gastronomía asturianos); y que seguro que Sanderson en cinco días completos montaba alguna firma improvisada o encuentros con fans de algún tipo. Los nervios crecían. Por problemas de salud, la situación política internacional o diversos retrasos en vuelos se fueron cancelando cabezas de cartel como Robin Hobb, Alma Katsu, N.K. Jemisin o Attila Veres, que espero puedan venir de visita a España más adelante. Sin embargo, la maquinaria ya estaba en marcha y todo apuntaba a que iba a ser un éxito tras ver el primer acto pre-Celsius: la visita de Joe Abercrombie a Madrid y Barcelona. Porque uno de los puntos fuertes del Celsius es que, entre que dan carpetazo a una edición y unos días antes de que empiece el siguiente festival, anuncian a TODOS los autores de una manera impecable a través de sus propias redes sociales. Luego por A o por B es posible que cancelen unos pocos, pero es mucho mejor ir sabiendo y dando hype con todo lo que nos espera con mucho adelante, ya que es un puntazo ir viendo cómo crece por redes poco a poco…
En la previa al Celsius, el miércoles 9 de julio en Madrid, Alianza Runas preparó un encuentro con Abercrombie y un grupo de creadores de contenido, podcasters y, en definitiva, lectores, en el restaurante Omeraki de Alberto Chicote. Al día siguiente, Aranzazu Serrano Lorenzo (autora de Neimhaim) y Fernando Bonete Vizcaíno (al que conoceréis por su nombre de redes: @En_Bookle) presentaron Los Diablos ante unas trescientas personas en el Espacio Fundación Telefónica. El viernes 11 replicamos el encuentro de Madrid en Barcelona, en el Palau Dalmases, y al día siguiente el editor de Runas, Alexandre López, y servidor presentamos ante cincuenta personas el nuevo libro de Abercrombie en librería Gigamesh. Tras acabar la presentación, siguió una firma multitudinaria a la que, pese a la alerta de lluvia, asistieron trescientas personas y el autor británico firmó (aproximadamente) 1.300 ejemplares.
Como ya he insinuado más arriba, el Celsius en Avilés no solo son presentaciones de libros y firmas. Se trata de una ciudad de 75.000 mil habitantes volcada durante una semana por y para los libros. Con charlas literarias, desayunos y cócteles en los que compartir mesa con escritores y editores, o disfrutar de una noche de teatro, talleres de esgrima medieval o pícnics hobbit en parques, cine de verano cada noche en la Plaza del Ayuntamiento y más de cincuenta puntos de venta de librerías locales, artesanos y editoriales independientes ofreciendo sus obras. El Celsius es ir andando por el centro histórico y encontrarte a tu autor favorito y poder saludarle, hablar cinco minutos con él, que te dedique tu libro y haceros un selfi. Es estar sentado tomando una cerveza y que la autora de la que has leído todos sus libros se siente en la mesa de al lado a tomar un café y puede que hasta hable un rato contigo si te ve leyendo.
El martes se celebraban actividades de libros en asturiano y empezaron las presentaciones y charlas a medio gas, con la gente aún asentándose, pero con colas de seis horas para poder acceder a la tienda de Sanderson, con todo tipo de merchandising y tomos exclusivos, láminas de ilustradores y hasta páginas únicas rubricadas por el autor por primera vez a la venta en Europa. A poco más de cien metros de la Plaza del Ayuntamiento colocaron la tienda y un espacio para los dos tipos de firmas que se habían reservado en la web: la tradicional y la relámpago. En la tradicional, el autor te firmaba varios de sus tomos, charlaba incluso un poco contigo y te hacían una foto, y en las Lightning se hacía una fila con las más de cien personas abriendo su libro y Brandon pasaba con su rotulador en ristre a estamparte el autógrafo. Se preveían más de 6.000 libros firmados en cinco días, aunque lo más seguro es que fueran el doble. Entre una firma y otra, las personas del equipo del autor hacían una fila ordenada entre uno de los emplazamientos de firmas y el siguiente, e incluso dejaron ponerse al final de las firmas relámpago a todo el que tuviese un libro por firmar. Y, tal como predije, nadie se quedó sin firma.
Al Celsius hay que ir sin estresarse, a sabiendas de que es imposible asistir a todo y estudiando bien el programa, que cuelgan unos días antes de que empiece.
Por temas logísticos, mi viaje empezó con el primer vuelo del miércoles, llegando antes de las nueve de la mañana a Avilés y yendo a la rueda de prensa que organizó Nova CF con medios y blogs en la que la editora del sello, Marta Rossich, acompañaría a Sanderson (y con Virginia de la Fuente traduciendo del inglés al castellano). En ella, el autor alabó a Cristina, Diego y Jorge Iván por su capacidad y empeño para montar un festival completamente gratuito y por amor al arte. También tuvo palabras de elogio para Nova CF y para su editora, ya que conseguir seguirle el ritmo de publicaciones es brutal, con años en los que llega a publicar cinco libros (aunque este 2025 se puede considerar «flojo», ya que solamente se publicarán dos novedades suyas en castellano: Islas de Ascuaoscura en noviembre y Realidades a medida en diciembre).
Cuando se abrió el turno de preguntas, con bastante agilidad por mi parte, llegué a hacer la primera de ellas. Empecé con la manida pero eficaz (para asustar a ponentes, intérprete y concurrencia) «Más que una pregunta, quería hacer una reflexión», dejé pasar unos segundos y de la cara de pánico de intérprete y editora se pasó a la media sonrisa de Sanderson. Entonces procedí a explicar que, desde 2006, cuando leí Elantris, he observado dos puntos de inflexión en su carrera: en 2015, cuando Marta Rossich recién se asentó como editora de Nova CF y quiso darle un lavado de cara a la obra del autor; y en 2021, cuando anunció que durante la pandemia global había escrito cuatro novelas (tres de ellas relacionadas con el Cosmere) y que iba a publicarlas de una forma poco ortodoxa. Tras tres lustros en contacto con la editorial y dos trabajando codo con codo con Marta y Zeta (el hombre en la sombra), entendía el porqué de que haya funcionado tan bien su obra en España. Y lo que queda. Al final, tras un par de minutos de «reflexión» le pregunté por uno de los relatos que se incluyen en la antología que nos llegará en diciembre, Snapshot, y qué nos podía contar sobre el mismo y su adaptación a TV. MGM está preparando una serie y van a su ritmo.
Este es también el caso de las dos adaptaciones que Joe Abercrombie tiene cerradas: una película de La mejor venganza, con Tim Miller como director y Rebecca Ferguson en el papel de la protagonista, que llevan moviendo por productoras desde 2017 y nunca se sabe en qué acabará. Y el bombazo que se anunció poco después de la salida de Los Diablos, con la productora de James Cameron comprando sus derechos y el autor británico preparando mano a mano el guion con el director de Avatar y Titanic.
Si esa fue la primera mañana que pasé en el Festival, imaginaos lo que dieron de sí los cientos de charlas, actividades, presentaciones, mesas redondas y actos que fueron sucediéndose (o apilándose) en cinco días. Con Avilés como foco de atención de las grandes cadenas de televisión y los periódicos punteros, todo el mundo escuchaba hablar de lo que allí pasaba, con Sanderson, Kristoff o Abercrombie sentándose en un banco o terraza y cientos de personas (literalmente) haciendo cola para una foto con ellos y que les dedicasen un libro.
Y vosotros en vuestra casa muriéndoos en mitad de la canícula sin probar los cachopos… ¿Qué pensáis hacer el año que viene? ¿Os vais a apuntar al Festival Celsius 2026?