Seis cuentos clásicos navideños

Una selección de seis cuentos navideños de los escritores Hans Christian Andersen, los Hermanos Grimm y Charles Dickens que han hecho las delicias de grandes y pequeños desde hace más de 150 años.

 

 Texto: Redacción

 

En esta época navideña, recordar los cuentos que han marcado nuestra infancia es una buena opción para compartir estos días con los pequeños de la casa. Cuentos de Navidad, de Austral, o el bello volumen ilustrado de Alma, Cuentos de Navidad, son  dos de los libros con los que podremos volver a leer estos cuentos clásicos. Nosotros, hoy, nos quedamos con estas seis historias.

 

  • La Reina de las Nieves, de Hans Christian Andersen

Es uno de los cuentos más famosos de Andersen. Lo escribió en 1844 y narra la historia de Gerda y de Kay, unos amigos y vecinos que se quieren como hermanos. Un día de invierno, la abuela de Kay les habla de la reina de las nieves, hermosa y blanca, pero con un corazón helado donde solo existe la maldad. Esa misma noche, mientras Kay observa cómo cae la nieve, un copo grande se posa en la ventana, transformándose en la reina de las nieves. Desde ese momento, Kay se siente fascinado por la reina y no vuelve a ser el mismo y, poco a poco, se convierte en un niño huraño y triste, hasta que un día desaparece en un trineo conducido por la propia reina de las nieves. Será entonces cuando su amiga Gerda emprenda su búsqueda e, incansable, recorrerá los caminos hasta lograr encontrarlo.

 

  • El abeto, de Hans Christian Andersen

Escrito también en 1844, Andersen nos cuenta la historia de un abeto que sueña con hacerse mayor. Transcurren los años y un día se lo llevan a la ciudad como él tanto desea. Está contentísimo porque ansía que lo engalanen igual que a otros abetos a los cuales quería parecerse. Cuando llega el día de Navidad lo decoran con bolas y guirnaldas; él se siente muy orgulloso y piensa que es el comienzo de una vida extraordinaria, pero pasadas las fiestas, el abeto es abandonado en un rincón para después ser cortado en troncos para leña. Es cuando el abeto se da cuenta de que ha pasado su tiempo y en vez de disfrutarlo ha estado siempre pensando en el futuro y ahora ya es demasiado tarde.

 

  • La pequeña cerillera o la niña de los fósforos, de Hans Christian Andersen

Es Nochevieja, y la pequeña cerillera no se atreve a volver a  casa con los bolsillos vacíos para que su padre no la regañe. En un callejón, descalza y entre la nieve, intenta calentarse encendiendo las cerillas que no ha conseguido vender. Ante el fuego, su rostro se ilumina y empieza a tener visiones con las personas que más la han querido, como su abuela, y de la mano de ella abandona este mundo para subir al cielo y dejar de sufrir.

Andersen escribió este cuento en 1845, una historia que te encoge el corazón, pero de gran belleza y muy necesaria para reflexionar sobre el verdadero sentido que tiene la Navidad.

 

  • Canción de Navidad, de Charles Dickens

“He intentado, con este librito espectral, invocar el fantasma de una Idea que no debe disgustar a mis lectores consigo mismos, con los demás, con la época del año, ni conmigo. Ojalá visite gratamente sus hogares, y nadie lo quiera abandonar” Diciembre de 1843. C.D.

Con este aviso iniciaba Charles Dickens su cuento “Canción de Navidad”, en el que narra la historia de Ebenezer Scrooge, un hombre avaro y egoísta, sarcástico y huraño con sus pocos seres allegados. La víspera de Navidad, el fantasma de su antiguo socio Jacob Marley se le aparece y con él los fantasmas de las Navidades pasadas, presentes y futuras, que despertarán emociones en Scrooge que parecían olvidadas.

 

  • La historia de los duendes que secuestraron a un enterrador, de Charles Dickens

En este cuento, Dickens vuelve a crear un personaje huraño y malcarado que disfruta fastidiando a los demás, el sepulturero Gabriel Grub. La noche de Nochebuena, Grub va al cementerio a trabajar y por el camino se cruza con niños y gente alegre que está celebrando la Navidad, pero él en vez de estar feliz siente envidia y rencor. Esa noche, en el cementerio, recibirá la visita de los duendes que tras aterrorizarlo le mostrarán otra vida. Grub decidirá marcharse del pueblo y tardará mucho en volver, pero los vecinos siempre creeran que los duendes se lo llevaron con ellos.

 

  • Los táleros de las estrellas, de Jacob y Wilhelm Grimm

Los hermanos Grimm escribieron este cuento en 1857. Es la historia de una niña huérfana, que solo tiene la ropa que lleva puesta y un pedazo de pan. El día de Nochebuena se dirige hacia el bosque, pero en su camino se encuentra a un anciano que le dice que tiene hambre, y le da su trozo de pan, luego a un niño que tiene frío y le da su gorro, y así sucesivamente va regalando todo lo que tiene hasta que al llegar la noche ya no le queda nada. Cuando cansada se sienta junto a un árbol y mira al cielo, ve las brillantes estrellas y cómo de repente empiezan a caer y al llegar a tierra se convierten en táleros, preciosas monedas de plata, y en ropa para poder abrigarse. Desde entonces, la caritativa niña  nunca más volvió a pasar ni frío ni hambre.