«Redes sociales», de Javier Picazo

Javier Picazo Millán (Burbáguena, 1958), escribe marcado por esas fiebres infantiles que pasó y por otras inconfesables razones que andan sueltas en sus versos; además por culpa de o gracias a las áridas llanuras turolenses y o las frondosas vegas del Jiloca, que le llevan al realismo irónico aragonés, desde las aulas del Colegio Universitario de Teruel, cursando la carrera de Literatura Española. Después dará rienda suelta a todos sus fantasmas, lanzando sus poemas al universo virtual, el de las redes sociales e Internet. Escribía, no sé si escribe, para salvarse, por amor a su tierra…y para dejar de ser una persona exiliada, como Edmond Jobes, sin ir más lejos. Tiene poemas publicados en la colección Serie de Literatura Miguel Artigas del Centro de Estudios del Jiloca, recogidos bajo el significativo título de Poeta exiliado en sí mismo (que recuerda al poeta José Bergamín) y el Poemario neobarroco irónico aragonés, con fotografías de Inma Gamo. Su poesía es una suerte de síntesis de su particular universo, en donde se dan cita la reflexión sobre la condición de poeta, en una singular geografía, la metáfora del extrañamiento como forma y manera de ser y estar y el lenguaje como expresión de esa cultura que todos recibimos de nuestros mayores. Un poeta que siempre está al límite, al borde de ese su abismo singular en y por la poesía. Fue uno de los participantes en el Primer Encuentro de Poetas del Jiloca (Burbáguena, agosto de 2021). Enrique Villagrasa

 

 

Redes sociales

 

Debajo de este teclado

Es tal el crisol de almas

Como estrellas en el cielo,

Pero si quitas…

Las estrellas que aun luciendo,

Ahora seguro apagadas…

Los actores disfrazados

De existencia escaldada…,

Mercaderes sin escrúpulo,

Y fantasmas sin sudario,

Infinidad de pícaros,

Juglares de tomo y quito,

Atormentados por solos,

Solos por atormentados,

Intrigantes, malheridos…

Buscadores de remedios,

Sin remedio equivocados,

Salvadores sin permiso,

Amigos desconocidos…

 

Así que pensando en esto,

Solo me queda apagar,

Tomar un vaso de vino…,

Y ponerme a hojear…

Mi último libro amigo.