«Manipulada y no vencida», de Fulgencio Martínez

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Fulgencio Martínez (Murcia, 1960) es filósofo, filólogo, editor, ensayista, narrador y poeta. Tiene una Máster en Filosofía Teórica y Práctica, así como también un Máster en Formación e Investigación en Literatura y Teatro. Es editor y director de la revista Ágora (Papeles de Arte Gramático). Tiene varios poemarios publicados, de los que cabe destacar: León busca gacela, Prueba de sabor, El cuerpo del día, El año de la lentitud, Cancionero y rimas burlescas, Línea de cumbres y La segunda persona. El taxidermista y otros del estilo (2019) es su único libro de relatos. La escritura plural es una antología de poesía actual española de la que es editor y antólogo. Antonio Machado es un ensayo de investigación de su autoría publicado por la revista Symposium de la Universidad Católica de Pernambuco, Recife, Brasil. Cosas que quedaron en la sombra, poemario de su autoría, fue en el 2007 reconocido con el Premio al Mejor Libro de Poesía publicado en Murcia, España. Martínez López publica sus artículos en el periódico español La Opinión (Murcia) y en el blog de Ágora. Una muestra de su trabajo creativo-poético lo podéis encontrar en la Antología mínima de Fulgencio Martínez  (https://diariopoliticoyliterario.blogspot.com/2020/01/antologia-minima-de-fulgencio-martinez.html).

 

MANIPULADA Y NO VENCIDA

 

Todo está en la mañana, ¿y en dónde yo,

que escucho la delicia, y no me veo?

F.Brines (El oscuro oye cantar la luz”)

 

Paso la tarde en la mañana triste,

 y me esfuerzo, palpito, tengo frío.

César Vallejo

 

 

La paloma y el laurel abre la muralla

un ruiseñor que canta en medio de los fusiles

la revolución de los claveles la metralleta

y el tanque el guerrillero y la rosa

La poesía manipulada como propaganda

y una mitología juvenil izquierdísima

barata reproducida en canciones y ropa.

 

La fea violencia nunca fue la esperanza

de los pueblos oprimidos

sino la violencia legitimada por la poesía

(no por teóricos conceptos ilustrados,

para entender los cuales habría

que educar al pueblo, quizás a costa

de que este se volviera menos manipulable).

 

La fea realidad de la violencia se vistió de poesía,

la poesía se manipuló como propaganda.

 

Manipulada y nunca vencida

la poesía renace cada día en que yo

me levanto, cuido el fuego

y me esfuerzo, palpito, tengo frío,

o me acuerdo de que fui

capaz de escuchar la delicia

y aunque siga triste, sigo en pie.

 

 

LA SEGUNDA PERSONA

Fulgencio Martínez

Sapere Aude

150 págs. 14€