La insoportable levedad de la charla insustancial

“In” y “Genio”, dos novelas gráficas que tratan sobre la incomunicación.

Texto: Manu GONZÁLEZ   Ilustración: Will McPHAIL

 

En la época en que la humanidad está más conectada que nunca gracias a las nuevas tecnologías y las redes sociales también existe gente que no es capaz de aguantar toda esta nueva sociabilidad, siendo bastante herméticos y opacos. Si existe el joven instagrammer que comparte con el mundo sensaciones, fotos y recuerdos, también viven en este planeta personas que no saben comunicarse sinceramente ni con sus seres más queridos o familiares.

El autor británico Will McPhail (Lancanshire, 1988) es un conocido humorista gráfico que ha publicado viñetas e ilustraciones en medios como The New Yorker, Private Eye o New Statesman, al que no se le conocía ningún cómic publicado hasta la fecha. Con In, editado con mimo por Norma Editorial, McPhail se lanza con una primera novela gráfica, y esperamos que vengan muchas más. Con un tono cercano al gag del humor gráfico, trufado con bellas imágenes silentes que reflejan el interior de la mente de su protagonista, In narra la vida de Nick, un joven ilustrador neoyorquino que es incapaz de tener un contacto sincero con la gente: ni con su madre, su hermana o la chica con la que está comenzando a salir. Nick podría ser uno de esos miles de neoyorquinos neuróticos que tan bien describe Woody Allen en sus películas.

En las primeras páginas de la novela gráfica tenemos un ritmo rápido a base de gags visuales como las cafeterías modernas que visita el ilustrador o sus torpes intentos de ligar en un bar destartalado. Cuando el protagonista describe su dolencia psicológica y rompe la barrera de la comunicación franca es cuando In da la vuelta completamente. Cuando Nick siente ese intercambio de sinceridad, el arte de Will McPhail cambia radicalmente, entrando el color como una explosión arrolladora e impresionista sobre el interior de un personaje que ya se siente sincero con el entorno que le rodea. Cuando es satírico, McPhail recuerda mucho al Kyle Barker de ¿Por qué odio Saturno?, pero cuando entra el color parece un Lorenzo Mattotti diseñando los sueños del Inception de Christopher Nolan, compuestos por edificios imposibles y paisajes montañosos majestuosos. Todo cambiará en la vida del protagonista al enterarse del cáncer en estadio cuatro de su madre, cuando sentir demasiado duele. In se sitúa cómodamente entre uno de los mejores debuts en novela gráfica de esta década.

Genio, del guionista norteamericano Steven T. Seagle (Biloxi, 1965) y el dibujante danés Teddy Kristiansen, también trata sobre la incomunicación y sobre el cáncer, pero lo hace de manera menos poética que In y con un guion cercano al drama noir. Ted ha sido un genio toda su vida, asistiendo a clases por encima de su edad y sufriendo bullying. Pero ahora es uno más en una oficina de físicos en Pasadena, todos tan geniales como él. Hace años que no tiene una idea original y su trabajo pende de un hilo. Además, su mujer ha contraído cáncer y el tratamiento es bastante caro. Su vida cambiará cuando se entere de que su suegro con Alzheimer y que lo odia fue guardaespaldas del mismísimo Einstein. Éste le confió una idea sobre física cósmica tan revolucionaria que podría cambiar el mundo. ¿Y si Ted consigue la única idea que Einstein nunca se atrevió a revelar?

Si Genio hubiera caído en manos de un ilustrador normal estaríamos ante un cómic con una premisa interesante y poco más. La genialidad de Genio, y disculpen el horroroso juego de palabras, es el dibujo del siempre subyugante Kristiansen, un autor capaz de trasladar en viñetas la acción y la tortuosidad del alma de sus protagonistas con un estilo minimalista y certero, aprovechando una paleta de color muy impresionista. Publicada por Dolmen Editorial, Genio es una obra notable que merece un lugar destacado en los lanzamientos de este año.