“Grammata”, de Helena Barbagelata
Helena Barbagelata (1991), es una modelo, artista multidisciplinaria, escritora, investigadora y activista italoisraelí. Doctora en Filosofía por la Universidad de Salamanca y Universidad de Atenas. Recibió varios premios artísticos de la Fundación Onassis, Academia
de Bellas Artes de San Petersburgo, Universitat Autònoma de Barcelona, Università degli Studi di Trieste, entre otras. Miembro de la Israeli Artist Network, America-Israel Cultural Foundation, Sociedad de Artistas Judíos (SoJa) y de la Organización para la Democratización de las Artes Visuales (OBDK). Sus obras combinan técnica mixta, escultura, pintura, video, arte sonoro y técnicas de grabado. Realizó numerosas exposiciones individuales y colectivas en Europa, Israel, América del Sur, Australia y Estados Unidos. Escribe y publica en una variedad de
lenguas, medios y países. Ha publicado los poemarios Terra Sigillata (2023), AHAVA (2021), El Naranjo Embrujado (2021), Le Navi Insognate (2020), Gogomagogo (2019), Gan HaKhayot (2017), Carte Marine (2016), Maccaia (2015), entre otros. Sus poemas, cuentos, ensayos, obras de teatro y artículos han aparecido en numerosas publicaciones y antologías.
In Terra Sigillata (Euterpe, 2023)
como un soplo o un paso, que permanecen
y se consumen como un andrajo
dejado por toda guerra exiliada,
de agua escasa en el río sanguinolento
en manos de una dócil señora,
la frágil epístola enjugada por
un sol obstinado;
Ella intenta rehacerla cada día,
la voz resonando en el aire denso
mascado por las horas calurosas, con
la misma premura con la que riega
la sombra del membrillo y la misma
firmeza con la que amasa pan y
ropas sobre las rocas, lápidas
íntimas de la fiesta de ayer;
Afiladas pizarras en las garras
de una gata que traza la caza
en la tierra, que con la fuerza
y altivez del fiel moloso, se detiene
y escudriña el reflejo de las huellas
extrañas frente a la casa, y entregada
a la ternura de la anciana, se disuelve
en la arcilla roja de sus ojos inocentes;
Al fondo de la llanura opaca, casi
sumergida en la finca, el color huérfano
de las flores retoña nuevas
palabras gastadas, se ennegrecen
en el campo los perfiles de las letras
dispersas, el mosaico del establo
del mundo sin correspondencia o
correspondiente, debemur morti
nos nostraque, la habitación apagada
del cielo se yace, debemur
morti.