Poesía para la Feria del Libro de Madrid

La 84 edición de la Feria del Libro de Madrid se celebra del 30 de mayo al 15 de junio en el Parque de El Retiro.

Texto: Enrique Villagrasa

 

La poesía con la que podremos deleitarnos si a la Feria vamos está en estos libros que aquí citamos y en los ya reseñados en esta revista, sin ir más lejos. Por favor, visiten la Feria del libro de este año y busquen en las casetas a las y los poetas que citamos y hemos citado, les sorprenderán y les provocarán. Y sí, sabemos que hay otros y otras poetas tan válidos y válidas como estos y estas; pero esta es nuestra selección:

 

Ese lugar llamado Nunca (Olifante) de Ángela Serna (Salamanca y Vitoria-Gasteiz), con introducción del también poeta Fulgencio Martínez. Ambos poetas son queridos y admirados. Serna transita por ese mostrarnos su forma de ver la vida en esta existencia, desde la más honda expresión poética tan brillante: memoria, mirada y lenguaje: <<no sé/ cómo regresar/ a ese lugar llamado Nunca>>.

 

Peor que pedir (Pre-Textos) de Antonio Méndez Rubio (Fuente del Arco, Badajoz, 1967). Es el último poemario del autor de esa poesía al límite: No por nada, No por ahora y No del todo son las tres significativas partes en las que se divide este texto, aunque <<La ventisca parece pedir más>>. De necesaria y justa lectura esta poesía desgarradora: <<mira al cielo también irse y / haz algo. Despídete.// Di sí>>.

 

Sanar la herida. Poesía 1983-2025 (Huerga y Fierro) de Alfredo Saldaña (Toledo, ), con edición y prólogo de Nacho Escuín. Es un libro de libros donde Escuín nos señala y propone certera y crítica una lúcida lectura nueva de esta excelente poesía de Saldaña: Tensar, retorcer el lenguaje,/ alargándolo, estirándolo al máximo/ hasta descuartizar el sentido>>.

 

Corriente invisible (Bartleby) de Antonio Luis Ginés (Iznájar, Córdoba, 1967). La realidad de cada día seducida o seductora imbricada en esa realidad poética que comparte sorpresa y dolor en esa seducción: <<como si estuviese buscando/ la llave de contacto>>. En la búsqueda lúdica esta el encuentro lúcido, ese y no otro: <<nuestro afecto por lo vivido>>.

 

Conjunción de las aguas (Contrabando) de Goya Gutiérrez (Cabolafuente, Zaragoza, 1954), con prólogo de Neus Aguado. Navegamos entre versos que son agua que nos hace recorrer la presencia de la ausencia. La poeta conjuga la vida esta y la no conocida, con sorpresa, pero reivindicando la belleza y el amor: <<Conjuguemos las aguas>>.

 

Autorretratos sin cuerpo presente (Olifante) de Julio César Galán (Cáceres, 1978). Un gran poeta que sigue su ruta marcada por ese devenir telúrico del silencio que es la poesía, desde que lo conozco. Escribe un poesía insumisa, con enjundia que nos lleva a pensar en esta existencia nuestra: <<estás en otro lugar aquí solo puede sonar lo/ que no existe y tú existes>>.

 

Un intervalo. Un término (Liliputienses) de Emilio J. Lafferranderie (Uruguay, 1972, vive en Perú). Cuatro libros en uno de un poeta que asombra por su mirada, memoria y lenguaje. Una lúdica lucidez del espacio: <<lo suficiente para hacer un trazo sin curvatura>>. Creo que es un poeta excepcional y un geómetra de la poesía viva.

 

Poemas para cambiar el cuento (Aguilar-Penguin) de Pablo Perez Rueda (Blon). (Barcelona, 1991). Colorín colorado y esta forma de contar es una genialidad de Blon. De “Los tres cerditos” a “Los siete cabritos y el lobo”, más otros 28 cuentos de los más conocidos en verso. Lectura necesaria para dar sentido a esa otra realidad poética.

 

Revelación (Antología) (Bartleby) de Javier Lostalé (Madrid, 1942), con selección y prólogo de José Cereijo. Una bella selección de esta poesía mágica del poeta Lostalé, para que podamos entrar en ella cada una de las personas lectoras, a quienes nos gusta el hechizo verbal: transparencia y amaneciendo: <<el corazón lo sabe>>.

 

Remolinos y remansos. Antología (Editora Regional de Extremadura) de Jorge Camacho Cordón (Zafra, 1966). Elisabeth Falomir lo deja claro en su nota: <<Los poemas contienen otros mundos posibles>>. Y el poeta nos dice: <<imágenes/ conceptos/ comparaciones y contrastes:/ la esencia>>. El poeta cree en la vida y en su lluvia.

 

Poetas extremeños del siglo XXI. Los últimos del Oeste [Una poética inexistente] (RIL), con selección e introducción de Dionisio López. Es, no cabe duda, un recorrido certero el que hace este lector de esta poesía brillante y libre que nos deja admirados: 23 poetas significativos de la poesía que se escribe hoy, desde la tierra que pisan.

 

Singularidad en la poesía de Manuel Ruiz Amezcua. Estudios, entrevistas y antología poética. Volumen I y II (Madara), en edición y prólogo del profesor Christian De Paepe. Esta es la décima edición, corregida y aumentada, que bien vale un esfuerzo de lectura, pues en ella ahí de todo y para todos. Poeta alabado por los grandes fuera y dentro y ninguneado por las capillas de siempre aquí: <<Usan a los de arriba/ y manejan a los de abajo>>. Ruiz Amezcua escribe con fluidez y busca  siempre esa explicación poética de nuestra existencia.

 

Esto es lo que ha dado de sí, poéticamente hablando, estos cinco primeros meses del año: poesía para encontrarse uno mismo y con el otro. ¡Lean poesía por favor y mil gracias! La poesía es el mejor regalo para nuestro cerebro, sin lugar a dudas.