Las mejores traducciones de poesía de 2021 para cerrar el año

Las traducciones al español publicadas este 2021 de estas tres sobresalientes poetas: Linda Pastan, por Jonio González y Rosa Lentini, Inger Christensen, por Daniel Sancosmed Masiá, y Kathleen Jamie, por Antonio Rivero Taravillo, de lo mejor del año.

 

 Texto: Enrique VILLAGRASA

 

Las tres mejores traducciones de poesía llevada a cabo en este 2021 que nos deja son Esperando mi vida, La casa en el árbol y otros poemas y Luz Hierba puesto que se sustentan y muy bien con una gran arquitectura verbal donde es notable cierta acidez brillante.

Linda Pastan
Una antología de la poesía de Linda Pastan (Nueva York, 1932), como es Esperando mi vida (Igitur), donde nos canta y cuenta que: “Estoy aprendiendo a abandonar el mundo/ antes de que él pueda abandonarme a mí”. La traducción es de Jonio González y Rosa Lentini, y en el prólogo, de justa y necesaria lectura, Lentini deja claro que esta poeta y otras poetas coetáneas: “son conscientes de la importancia capital de estar escribiendo desde un tiempo, un género y un lugar, y que lo hacen como testimonio, pero sin dejar arrinconada la estética como si esta fuera un aditamento estéril del que se pudiera prescindir”.
Me gusta esta poeta norteamericana por ese ser capaz de elevar a la categoría de poesía esas cosas tan cotidianas como son el dolor, la vida, la experiencia de vivir en pareja: todas esas cosas que tienen vida propia y que la mayoría de veces pasan desapercibidas pues nos parecen de lo más normal que sea así y vibran y sienten y de qué manera y que se encuentran a poco que se rasque: “Durante años esperé que mi vida/ empezara, de pie en paradas de autobús/ mirando la distancia curva/ pensando que cada autobús era el equivocado”. Una poeta que da sentido al sentido oculto en el presente: “O el contrato estricto entre amor y dolor”. Una poeta que ha hallado su propio lenguaje: “y se pierde en el mar,/ y el cielo se ve inmenso/ y maravilloso sin él”.
Creo que es una poeta íntegra, gratificante para y con sus poemas, su poesía, que es toda una revelación y reveladora a su vez: nos hace ver los pequeños milagros de la vida en su versos: “Los pájaros se dirigen hacia el sur,/ el instinto es el argumento más antiguo”. Es, no lo pongo en duda, una de las principales poetas actuales de Norteamérica. Y, Rosa Lentini, en colaboración en la edición con Susan Scheibman, ya se ocupó de ella en Siete poetas norteamericanas actuales (Pamiela, 1991). Estas siete eran: May Swenson, Denise Levertov, Maxine Kumin, Adrienne Rich, Linda Pastan, Lucille Clifton y Carolyn Forché.

Asimismo, hay un par de libros más, dignos de todo elogio, también con traducción bilingüe, de dos poetas europeas: La casa en el árbol y otros poemas (La Fertilidad de la Tierra) de Kathleen Jamie (Renfrewshire, Escocia, 1962), con traducción de Antonio Rivero Taravillo y Luz Hierba (Sexto Piso) de Inger Christensen (Vejle, 1963 – Copenhague, 2009), con traducción de Daniel Sancosmed Masiá.

Kathleen Jamie
Así pues, La casa en el árbol, de la tan premiada y reconocida Kathlen Jamie, es un título que atrae y recuerda la niñez y primera juventud en cualquiera de los pueblos que conocemos: “Hoy me siento en la fría/ boca de la cueva, a mitad/ del camino de mi vida”. Es una poeta que trata en sus poemas de la imbricación humana con la naturaleza, que tan necesaria es para todos: “en la maleable luz/ que los árboles suavizan y confinan./ Aunque únicamente es/ una actitud mental”. A quién no le puede gustar este otro cantar y contar con árboles, golondrinas y otros pájaros y flores; o con la lluvia y sus charcos: una canto a la flora y fauna escocesa. Poesía brillante, clara, concisa, plagada de metáforas aderezadas de fina ironía: “El mundo comenzó con una mujer,/ envuelta en una toca, encorvada bajo una nasa,/ cuyos lentos pasos reconoces/ en sueños atormentados”. O como escribe Rivero Taravillo en su enriquecedor prólogo: “La capacidad de observación es fundamental para cualquier poeta, y Kathleen Jamie la posee plenamente, y la sabe transformar mediante la palabra, sin la cual la observación se agota en sí misma, en páginas tan hermosas, sugerentes y provocativas como estas”. Y para muestra estos maravilloso versos: “De nuestros jardines ha desaparecido el tordo,/ ahora es gravilla; aves zancudas viran en lo alto/ chillando ¿adónde? ¿adónde? y el pobre pato/ se aturulla en la cuneta con sus alas recortadas”.

Inger Christensen
Y de los dos primeros libros de poesía de la genial poeta danesa Inger Christensen, Luz (1962) y Hierba (1963) podemos decir que encarnan como nadie el fin y objetivo de la poesía, que es el otro: “Intentaremos ir más allá/ -entre nosotros”. Y aquí volvemos a encontrar ese ser con y en la naturaleza. Ser en la memoria y el lenguaje, con el agua, con la tierra, con la siempre noche y “Este invierno puede esperarse mucho”. No son dos poemarios acomodaticios. Son sus versos y sus poemas en prosa verdaderos latigazos cerebrales. Calidad y belleza por doquier: “La oscuridad gorgotea por los pulmones y la tierra/ el viento trivializa los lugares conocidos”.
Leer a Christensen es darnos cuenta de que cada día que pasa urge más la necesidad de un planteamiento poético de la realidad, de nuestra realidad; pero, ese planteamiento hay que hacerle desde la indagación con y en el lenguaje poético: “quién se atreve ya a hablar de la necesidad de entender/ lo bastante visto, lo bastante poseído, lo bastante/ conocido y aun así el sol que arde y arde en medio/ de tu cuerpo, a través del niño con quien sueñas,/ arde hasta convertirte en un montón de arena, fa-/ cilmente deshecho a susurros como una palabra de/ tus labios”.
Creo que son dos libros Luz y Hierba que plasman su mensaje de amor a la naturaleza y a la persona en esta tan señera y singular poesía de alto vuelo: “La bahía claramente azul./ La victoria totalmente segura./ Las piedras piedra./ Tú ausente”.

Desde aquí, reconocemos pues la tremenda labor, el esfuerzo, de los traductores y de la traductora, por hacernos llegar la vibración del verso y su enjundia. Así como reconocemos y somos deudores de la apuesta de estas tres editoriales por esta gran poesía norteamericana y europea.