La mejor poesía infrarrealista no se ha ido, está antologada

Ultramarina recupera «Perros habitados por las voces del desierto. Poesía infrarrealista entre dos siglos «, cuando se cumplen 50 años del nacimiento del infrarrealismo, movimiento poético creado en México por, entre otros escritores, Roberto Bolaño, Mario Santiago Papasquiaro, José Vicente Anaya, Rubén Medina, Ramón Méndez Estrada, José Rosas Ribeyro, Claudia Kerik y Darío Galicia.

Roberto Bolaño, segundo de izquierda a derecha, con sus amigos, los poetas infrarrealistas a los que inmortalizó en su novela ‘Los detectives salvajes’

Texto: Enrique Villagrasa

 

La mejor poesía infrarrealista mexicana recorre las calles de nuestras ciudades y pueblos diríase; y este 2025 se cumplen los 50 años de vigencia de ese movimiento infrarrealista mexicano creado por poetas reconocidos, allende y aquende, diríase, como Mario Santiago Papasquiaro (México DF, 1953-1998), Roberto Bolaño (Santiago de Chile, 1953-Barcelona, 2003), que cuenta con poetas como Mara Larrosa (México DF, 1955) o María Guadalupe Ochoa Ávila (México DF, 1957). Aquí tenemos por fin la antología Perros habitados por las voces del desierto. Poesía infrarrealista entre dos siglos (Ultramarina), con el poeta, traductor, académico y uno de los fundadores del infrarrealismo Rubén Medina (México DF, 1955) como compilador, y Sofía Sánchez, quien es autora del muy interesante y conciso prólogo.

 

Creo que la poesía infra es lo que es, sigue y seguirá siendo, porque como dice este verso de Ochoa Ávila <<Acaricia sus entrañas en un baño público>>: las suyas y las de quien se acerca a ella a leer tamaños poemas, es no cabe duda un latigazo en el cerebro y esta antología da razón de esto en estas 530 páginas, donde 20 poetas nos dejan una selección de sus poemas, menos de Bolaño que en sus páginas están los títulos de los poemas y del libro al que pertenecen y no los versos (cosas que pasan por esas custodias de las obras). Además del prólogo Lxs hijx del infrarealismo y el estudio introductorio El infrarrealismo y el callejón sin salida de la ética-estética, también hay dos manifiestos infrarrealistas: Déjenlo todo, nuevamente (1976) de Bolaño y Manifiesto Infrarrealista (1975) de Papasquiaro, y una decena de páginas de bibliografía muy interesante, para aquellas personas que quieran saber más de esta poesía infrarrealista.

 

Así pues son los y las poetas José Rosas Ribeyro (Lima, Perú, 1949); los citados Papasquiaro y Bolaño; Edgar Artaud Jarry (Jojutla, Morelos, 1953); Victor Monjarás Ruiz (México DF, 1953); Jorge Hernández Piel Divina (Pochutla, Oaxaca, 1954); Pedro Damián Bautista (México DF, 1954); Ramón Méndez Estrada (México DF, 1954-Morelia, 2015); el mencionado Medina y la mencionada Larrosa; José Peguero (Néxico DF, 1955); Rafael Catana (Veracruz, México, 1955); Cuauhtémoc Méndez (México DF, 1956-Morelia, 2005); Bruno Montané Krebs (Valparaiso, Chile, 1957); Claudia Kerik (Buenos Aires, 1957); Óscar Altamirano (Jojutla, Morelos, 1957); la citada Ochoa Ávila; Juan Esteban Harrington (Santiago, Chile, 1959); Mario Raúl Guzmán (México DF, 1959) y Eduardo Guzmán Chávez (México DF, 1963). Cada poeta tiene de cuatro a una decena de poemas y otros texto; menos Bolaño, claro.

 

Como dice Rubén Medina: <<El infrarrealismo representa y articula una nueva estructura de sentimientos que paulatinamente iría produciendo otra poesía en México y otros entornos, otra relación del poeta con el público y otro modelo de poeta (fuera de las instituciones culturales oficiales)>>. En su estudio es muy interesante el apartado 2. Las huellas digitales y las fotos de perfil. No hay que perder vista esta poesía que busca <<la unión entre la vida y el arte en una sola temporalidad>>. Pues <<El infrarrealismo no se opone sólo a una tradición poética, sino a todo un sistema real y simbólico de poder literario y cultural>>.

 

Y, por último, cabe apuntar, siguiendo a Medina que <<El infrarrealismo, que quede claro, emerge a mediados de los años setenta en México DF contra la actitud de resignación ante el fracaso de las vanguardia históricas y locales (…), y con el evidente propósito de ser una alternativa a la llamada poesía mexicana. Como grupo o movimiento se prolonga en México por más de dos décadas con Mario Santiago y el contingente defeño y sigue vivito y coleando>>. Y nos queda claro que <<con o sin Roberto Bolaño y Mario Santiago Papasquiaro el infrarrealismo sigue existiendo>>, palabras de Medina que hago mías. ¡Larga vida al infrarrealismo!: <<A veces sentíamos hocicos, a veces labios. Miramos los tobillos flacos de las madres, los colibríes sobre el volumen de las pegajosas tardes en que las masacres de América nos dejaron un esqueleto horrorizado y joven>> (Mara Larrosa).