Juventud, el divino tesoro de Dostoyevski

Dostoyevski llena TikTok de «Noches blancas».

Texto: Redacción

 

¿Qué pinta un autor ruso que lleva cien años muerto y forma parte del canon más excelso de la gran literatura en redes sociales como Instagram o la muy juvenil TikTok?

Pues mucho más de lo que pudiera parecer. Lo que ha prendido la mecha es una de sus novelas breves, Noches blancas, que escribió con 25 años. Tal vez ayudase a su difusión la versión ilustrada muy atractiva que publicó Nórdica Libros, o la oportuna reedición este verano por Galaxia Gutenberg con traducción de Juan Luis Abollado. La historia explica cómo un joven solitario y fantasioso del que nunca sabremos su nombre (marca de la casa de Dostoyevski) se encuentra por las calles de San Petersburgo a Nastenka, que llora desconsolada apoyada en la barandilla del puente sobre el río Neva porque el joven del que estaba enamorada se marchó a Moscú con la promesa de regresar en un año y se fundió como la nieve. Ella acepta la compañía de ese joven dispuesto incluso a ayudarla a redactar alguna de esas cartas a su esfumado prometido que nunca tienen respuesta. Eso sí, le advierte Nastenka que acepta su compañía con la condición de que no se enamore de ella. Pero así es la vida: él se enamorará perdidamente. Tras varios encuentros, Nastenka ve que es una buena persona, dulce y amable, que podrían formar una buena pareja y tal vez con el tiempo se despertase en ella el romanticismo. Y le dice que acepta casarse con él, que en su vida había sido tan feliz. La felicidad, ya sabemos, es frágil y se rompe al primer soplo de aire: aparece el antiguo prometido y ella corre a sus brazos dejando al solitario soñador de nuevo en su soledad. Hay en la red social un caldeado debate sobre si Nastenka actúa adecuadamente con ese joven encantador al que deja plantado, y la cosa está reñida.

Otra novela que acaba de reeditarse en Alianza, El adolescente, escrita cuando Dostoyevski ya tenía 54 años muy mal llevados, muestra que sigue muy interesado en ese momento de la vida en que se toman las grandes decisiones. De hecho, los personajes importantes de sus novelas son casi siempre jóvenes: el mítico Raskólnikov de Crimen y castigo es un estudiante de 23 años que llega a San Petersburgo para estudiar Derecho. En Los Hermanos Karamazov son los hijos los protagonistas, pero especialmente es el menor, el joven Alioshka, el personaje heroico de la novela.

Por eso, a los expertos en Dostoyevski no les ha sorprendido tanto que haya prendido su mecha en la gente joven. Lo explica muy bien el artículo de nuestro compañero David Valiente en el último número de Librújula en papel, de noviembre/diciembre, donde algunas de las voces más autorizadas en la obra de este autor ruso de vida turbulenta señalan la importancia que siempre tuvo en su obra la juventud. ¡Larga vida al eterno joven Fiodor Dostoyevski!