Propuestas literarias para acercarse a Dostoievski en su bicentenario

Ensayos y biografías para conocer y profundizar en el gran escritor ruso Dostoievski coincidiendo con el 200 aniversario de su nacimiento.

 

Texto: José Ángel LÓPEZ JIMÉNEZ

 

Con motivo de esta redonda efeméride, el 200 aniversario del nacimiento del genio de Moscú, se han celebrado numerosos encuentros, jornadas, congresos, conferencias y exposiciones alrededor de la figura y de la obra de este autor ruso. Uno de los más destacados ha sido el Simposio Internacional que la Universidad Pompeu Fabra ha acogido los pasados días 18 y 19 de noviembre bajo el título de Dostoievski y la cultura universal. En el mismo se han reunido especialistas mundiales bajo la coordinación de tres grandes conocedores y estudiosos del literato ruso, que desarrollan su tarea académica e investigadora en esta Universidad (Tamara Djermanovic, Jordi Morillas y Miquel Cabal). La revista online Estudios Dostoievski es también uno de los frutos de esta actividad. Hay que señalar que he adoptado una de las varias fórmulas del apellido del autor en español para homogeneizar la misma.

Precisamente la primera, Tamara Djermanovic, acaba de publicar un breve ensayo sobre la obra de Dostoievski en la que contextualiza de manera magistral los apuntes biográficos que condicionaron sus principales trabajos. La autora, que ya publicó en el año 2006 su tesis doctoral bajo el título de Dostoievski entre Rusia y Occidente (ed. Herder), completa ahora en El Universo de Dostoievski (ed. Acantilado) una brillante síntesis que rezuma la capacidad de aproximar la complejidad de la obra y de la personalidad del autor a un lector medio no familiarizado con el mismo. Desde el inicio del libro consigue transportarnos a la vulnerabilidad y, de manera aparentemente contradictoria, a la potencia de los rasgos emocionales de Dostoievski que va a impregnar a la tipología de los personajes de sus obras. Así, por ejemplo, rememora las sensaciones que el novelista recoge en su obra literaria como un momento de luz, puesto que la Felicidad no existe: su primera visita a una iglesia ortodoxa, el incienso impregnando el ambiente y los recuerdos de la figura materna, que tanto le marcó en contraposición a la del padre —ésta en sentido negativo— Djermanovic lo define como un sentimiento “que trasciende lo religioso. Forma parte de uno de esos instantes vitales capaces de iluminar la vida, de desafiar sus momentos dolorosos”. La dualidad materno-paternal marcará al autor vital y literariamente. La temprana muerte de la madre le dejó a la sombra del carácter paterno “irritable y nervioso, heredado por el propio Dostoievski, que le propició un desgarro íntimo cada vez más pronunciado. Esto determinó el prototipo de sus personajes literarios: seres humanos contradictorios, inseguros, atormentados, capaces de inclinarse hacia el cielo más elevado y hacia el infierno más profundo. Así, el libro va desgranando desde los inicios del novelista y el impacto inicial de Pobres Gentes, pasando por sus contactos políticos que acabaron por llevarlo a la cárcel tras un simulacro de fusilamiento, la publicación de Apuntes de la Casa Muerta tras su exilio en Siberia, y la publicación de su novela más psicológica —Apuntes del subsuelo— en la que se concreta uno de los mantras del autor: “Es extraño el ser humano, muy extraño”. La preferencia de Dostoievski por lo que sucede en nuestro interior, a través de ese diálogo interior que realizan sus personajes cuya vida transcurre entre el planteamiento de preguntas y las respuestas a las mismas. La complejidad de la personalidad humana hace que su libertad de elección durante la vida quede cercenada por su carácter y sus emociones, que le condicionan inexorablemente. Más allá de la revisión excelente de la obra de Dostoievski el libro de Djermanovic tiene la virtud de explicar la excelencia de la misma adoptando un prisma que nos traslada al carácter poliédrico del autor de novelas tan descomunales como Crimen y Castigo, El idiota, Los Hermanos Karamázov o Los demonios: “Así ocurre que a un mismo lector de una obra de Dostoievski leída con años de diferencia una vez le resulte excitante y, posteriormente, cansina”.

Acaba de aparecer Dostoievski en las mazmorras del espíritu, de Nicolás Caparrós (ed. Biblioteca Nueva) obra póstuma de este eminente psiquiatra y psicoanalista —fallecido hace unos meses— que nos muestra en la misma un excelente conocimiento de la obra del autor, del marco histórico de Rusia en el que se desenvolvió y del universo de sus personajes que, por igual, “invita a soñar y a la vez provoca rechazo”. La introducción histórica aborda la secuencia de movimientos políticos que agitaron la sociedad rusa, sometida a los rigores de un zarismo despótico: nihilismo, populismo, socialismo, o anarquismo. Fundamental para entender el desbordamiento que acabó con Dostoievski encarcelado y experimentando los rigores de la miseria humana a la par que los destellos de su grandeza en situaciones límite, tan magistralmente relatados en los Apuntes de la Casa Muerta. También resulta muy pertinente el capítulo dedicado a sus compañeros de viaje en este siglo de oro literario de Rusia: Gógol, Lérmontov, Turguéniev, Léskov y el monumental Tolstói. En el capítulo dedicado a la biografía de Dostoievski Caparrós maneja referencias amplias (desde Zweig hasta Steiner) y profundiza en las siguientes páginas en la importancia que tiene la religión en su vida y obra. Sujeto a la duda recuerda vagamente a Unamuno, siendo profundo combatiente del ateísmo; sin embargo, como señala Caparrós: “la religión en Dostoievski se mezcla con otras preocupaciones de índole antropológica, psicológica y social, abordarlas de forma aislada supone eliminar un mundo de gran complejidad”. Tras comentar sus principales obras y características en los sucesivos capítulos del libro, en el décimo y último aborda la interrelación de figuras como Nietzsche, Freud y el propio Dostoievski, “tres grandes genios a los que la idea de Dios les une y les separa…que supieron del inconsciente, conocen la locura, realizaron el viaje iniciático al espacio recóndito de lo subjetivo”. En definitiva, un libro muy interesante fruto de un conocimiento y reflexión hondamente humanista.

Hay que reseñar un par de trabajos más que se añaden a las publicaciones coincidentes con el bicentenario de Dostoievski: el primero es la reedición de la obra del eminente escritor y traductor de este y otros autores, Rafael Cansinos Assens. Fiódor Mijáilovich Dostoyevski (Arca Ediciones) es una extensa biografía de “el novelista de lo subconsciente”, así como un amplio estudio crítico de su obra y más de ochenta páginas en las que se realiza un censo comentado de los personajes de todas sus obras. La segunda obra es Dostoievski, de Virgil Tanase (Ediciones del Subsuelo). Es la traducción de la biografía publicada en el año 2012 por Gallimard en francés en la que conecta sus avatares biográficos con los personajes de su obra literaria. Igualmente editoriales como Alianza Editorial han lanzado reediciones de sus obras en la colección de libros de bolsillo, El jugador, la aldea de Stepánchikovo y sus moradores o El gran inquisidor.

En un año en el que Dostoievski monopoliza el universo literario ruso quiero recomendar la aparición de la biografía de otro maestro posterior, de perfiles tan diferentes pero de grandeza similar, como fue Antón Chejov. Una vida, de Donald Rayfield ( Plot Ediciones) Como recoge la cita inicial del malogrado y gran escritor Serguéi Dovlatov: “Puede uno postrarse ante la inteligencia de Tólstoi. Sentirse admirado por la elegancia de Pushkin. Valorar las búsquedas morales de Dostoievski. El humor de Gógol. Y así sucesivamente. Y, no obstante, al único a quien quisiera parecerme es a Chejov”. Rayfield —catedrático emérito de Literatura rusa y georgiana en el Queen Mary&Westfield College en la Universidad de Londres— reconoce la necesidad de tener una vida más larga que la del propio Chejov para poder reconstruir su biografía. Sin embargo, las casi ochocientas páginas de su obra constituyen el trabajo más completo realizado hasta la fecha sobre este autor, fruto de una investigación exhaustiva en los archivos rusos. A semejanza de lo que Rayfield realizó con la biografía de Stalin, exprime las fuentes documentales y bibliográficas sobre el tema, así como la correspondencia a la que ha tenido acceso. Estructurado en diez grandes capítulos las principales obras van fluyendo al compás de la evolución vital del autor. Este trabajo viene a cubrir un vacío existente en español sobre el tema, solo parcialmente cubierto por la obra de Ígor Sujij que ya tiene diez años de antigüedad. Y lo hace de forma muy notable.