Dominique Manotti y el huevo de la serpiente

“Marsella 73” (Versátil) revela el encuentro de racismo, crimen y política que ha conducido al ascenso del Frente Nacional en Francia.

Texto: Milo J. Krmpotic

 

Corre agosto de 1973 y Marsella es una sopa, con el calor mediterráneo como espeso caldo de cultivo en el que hierven y se mezclan los peores ingredientes: tensiones sociales, intereses políticos y periodísticos, delitos comunes, ataques terroristas… En ese contexto sudoroso y peliagudo, el comisario Théodore Daquin recibe un encargo envenenado de Percheron, el nuevo comisario principal de la Brigada Criminal: descubrir si existe connivencia policial con las organizaciones criminales de la comunidad pied-noir (los “pies negros”, nacidos en Argelia durante el período colonial y repatriados después de que Francia perdiera la guerra de independencia en el país norteafricano) cuando faltan escasos meses para que se celebre el juicio contra uno de sus héroes, Jean-Jacques Susini.

Susini está acusado de dirigir una banda responsable de varios atracos bancarios, pero además fue uno de los cabecillas de la OAS, organización terrorista responsable de 2.000 muertos durante el último año de la guerra, tanto entre el “enemigo” argelino como entre esos militares franceses a los que tachó de traidores, y que llegó a atentar contra Charles de Gaulle en venganza por el referendo de autodeterminación de 1961.

Daquin, que es visto como un bicho raro por sus orígenes parisinos y su gesto refinado e intelectual (para colmo es homosexual, pero eso en el Obispado, los servicios centrales de la policía marsellesa, no lo saben), tiene que delegar parte de la investigación en dos inspectores locales, Grimbert y Delmas. En esas, un argelino con problemas de salud mental degüella al conductor de un autobús urbano y, aunque los sindicatos realizan un llamamiento para que no se politice el crimen, su entierro multitudinario sirve como presentación en sociedad del Comité de Defensa de los Marselleses, que lidera otro antiguo terrorista de la OAS y que, desde el lema de “Alto a la inmigración salvaje”, amparará una serie de ataques brutales contra la comunidad argelina.

Basten los tres párrafos anteriores para certificar la importancia del contexto histórico y social en Marsella 73 (Versátil). No en vano su autora, Dominique Manotti (París, 1942), es profesora universitaria de Historia Económica Contemporánea, además de militante de izquierdas y sindicalista. La narración aparece salpicada de datos y fechas y nombres propios y siglas, pero estos jamás entorpecen una lectura ágil, en la que se masca la tensión y que además confluye en un objetivo de gran interés para quienes nos preguntamos cómo es posible que, apenas ochenta años después de Auschwitz, Francia en particular (y buena parte del mundo en general) esté flirteando cada vez más con la pesadilla de la extrema derecha: sus páginas vienen a revelar cuándo, cómo y por qué se originó el ascenso del Frente Nacional de la familia Le Pen.

Marsella es, por cierto, una de las tres urbes que protagonizan la exposición “Negra de tres colores: Barcelona, Marsella, Nápoles” que se celebrará con motivo del festival BCNegra entre el 6 y el 16 de febrero en la Biblioteca Jaume Fuster de la plaza Lesseps. Y Dominique Manotti protagonizará el día 12 de este mes, junto con Víctor del Árbol (traductor de Marsella 73) y bajo la moderación de David Morán, la mesa redonda “Las mismas reglas del mismo juego” en el marco incomparable de La Paloma. Una oportunidad excelente para sumergirse en el lodazal del noir galo de corte más político y regresar a la superficie embarrado, sí, pero armado de respuestas.