Albert Torés: poesía al filo del abismo

Canente Libros edita «33 años de inconsciente poético. Antología poética (1990-2023)».

Texto: Enrique Villagrasa

 

Albert Torés (Párís, 1959) es poeta y no lo puede negar, pues escribe una poesía al filo del abismo: “mas ni en el claro/ camposanto la noche se halla segura”. Qué gran verdad, poeta, ese temor y temblor nos hace vivir, buscar la aventura, perseguir el misterio de la poesía, al que nuestro poeta le da alcance en esta muestra, que no deja de ser un magnífico florilegio poético del quehacer demiurgo de Albert Torés. Su reciente obra, 33 años de inconsciente poético: Antología poética (1990-2023) (Canente Libros), cuenta con un exquisito prólogo, de los que emocionan, inteligente, de Rafael Ávila.

La poesía siempre es mirada, memoria y lenguaje y esta es un claro ejemplo de esto. No me cabe la menor duda: es ese verso perfecto más allá del lenguaje: es esa magia, esa sorpresa, esa revelación y todo ello aderezado con fascinación rítmica. ¡Bien lo sabe el poeta Torés! En 33 años de inconsciente poético hay verso con oficio e ingenioso; hay erudición y frescura; hay fascinación por descubrir y disfrute enorme con la lectura de los poemas: “Achicamos instantes en el muelle/ de la memoria, cuando tormentas se cierran”.

Si hacemos caso al prologuista y estamos totalmente de acuerdo con él, en este caso y sin que sirva de precedente “la poesía de Albert Torés es una búsqueda permanente, el ansia de encontrar en cada momento el lenguaje preciso y los mejores recursos expresivos para expresar lo que vive y permanece en la cresta de la ola, esa vanguardia donde se sitúan los poetas que van abriendo caminos sin importarles la incomodidad, conscientes de la importancia de su quehacer y de la responsabilidad que como poeta asume en la sociedad y el tiempo que le ha tocado vivir”. ¡Ávila dixit!

Me falta decir que esta antología, de unas 300 páginas, de Albert Torés es un viaje iniciático de transformación emocional, de transformación de la inteligencia, desde su primer libro publicado: Tríptico del naufragio (1979) hasta el apartado de los inéditos: Quintos periódicos y Peinar al viento, ambos de 2023; y el último publicado Por ángelas y suertes (Corona del Sur, 2023), dedicado al maestro impresor y poeta malagueño Francisco Peralto, quien tanto hizo por la Poesía: “Poetizaba el ángel las tierras lejanas”.

Para concluir esta reseña de esta enorme antología, no me queda más que señalar que el poeta Abert Torés, a quien conozco desde hace siete lustros, busca captar y capturar la belleza fugaz de un instante, de ese instante, el del temblor de la hoja en blanco, en su solo escribir, rasgar con la pluma, el hilo de la mirada cuando se lee poesía, que hay que tener claro que en poesía la lectura siempre es múltiple: ambigüedad del aliento verbal, duplicidad de la palabra y arte del equívoco: “donde alcanzo conciencia que al fin me condujo”.

Creo pues, que las personas lectoras que lean esta antología se sentirán arrastradas a estimular su propia imaginación, que es la clave para poder adentrarse en esta particular forma de mirar este mundo poético, singular y señero: “para hacernos cristal con vivas crisantemas”. Y cierto es que estos 33 años… de creación poética son por azar, también por necesidad, esa puerta abierta que nos lleva más allá con nuestra imaginación. A mí, de siempre me ha atraído el fulgor de su luz en los versos que escribe, en sus poemas, en sus libros: “La luz se agarra a las paredes el/ juego por la pasión nos abraza y de día cuando el/ aliento se tambalea oigo como un horizonte/ movedizo el fantasma irreal del deseo”. ¡Atrévanse y buena lectura, personas lectoras!

 

POEMA CONCLUSIÓN

Amar desde el fulgor de la sociedad

como quien en la cloaca se esconde,

admite perder la vista en calles

frágiles, tristes, místicas y lejanas

donde las inquietudes se cambian

por un pinchazo traidor sin espíritu

ni devenir, sin margen ni actualidad.

 

En el cristal se suceden las vidas

y la desesperanza más firme

se va desnudando como si no tuviera

prisa, como si fuera una residente

a perpetuidad. Su cinismo es cierto.

 

Porque amar debe ser incesante

al filo del abismo y de la herida.