Bill Porter: “La revolución espiritual en China la lideran las mujeres”

El autor y traductor del chino es autor de “Camino al cielo: encuentros con ermitaños chinos”, uno de los tres primeros títulos con los que arranca la nueva editorial Tres Portales, que busca libros que hagan accesible lo profundo.

Texto: Antonio ITURBE

 

Bill Porter ha apadrinado con su presencia en Barcelona y Madrid el nacimiento de la editorial Tres Portales, que nace de la experiencia de sus editores en Edicions Poncianes. Publicará en catalán y castellano “libros que puedan ser calificados de perlas de sabiduría”, en palabras del propio editor al frente del proyecto, Jordi Carulla-Ruiz, acompañado en la dirección por Alba Vinyes y Jordi Quer. En su presentación en Barcelona, prolegómeno a la de Madrid celebrada ayer, acompañó a la dirección editorial el consejo asesor, en el que participan el poeta Carles Duarte, el traductor Guillem Usandizaga, el profesor de estudios chinos de la Universidad Pompeu Fabra Manel Ollé, la doctora en historia medieval Almudena Blasco y el acupuntor experto en cultura oriental Miquel Angel Cabrer.

Acompañó la puesta de largo de la editorial Bill Porter, autor de uno de los primeros libros que salen de su horno, Camino al cielo: encuentros con ermitaños chinos. Porter es un escritor, antropólogo y prestigioso traductor del chino. El escritor norteamericano -que firma sus traducciones como Red Pine- llegó al restaurante Set Portes de Barcelona con un pañuelo rojo al cuello y una barba blanca, pero ahí finalizan sus parecidos filosóficos con Ernest Hemingway, aunque explicó que durante su estancia en el servicio militar leyó al autor de Por quién doblan las campanas y desde entonces sintió curiosidad por conocer esa España que tanto lo fascinaba y que visita por primera vez en este viaje.

Porter ha viajado por los lugares más inaccesibles de China y tiene un profundo conocimiento de la filosofía de ese país. Explicó que “conocí a un monje en Chinatown. Meditábamos los fines de semana y decidí que ese era el tipo de vida que yo quería llevar, así que me fui a Taiwán a un monasterio y pasé allí cuatro años”.  Fue allí donde leyó un libro de poesía budista, La montaña fría, en el que se hablaba de los históricos ermitaños que se retiraban a las montañas para encontrar el camino interior y quiso saber si en esos años 1980 seguía existiendo esa tradición. Y, sorprendentemente, la había: la presión de la revolución cultural comunista empujó a algunas personas a buscar otra manera de vivir más libre.

Le costó dar con ellos porque no vale cualquier lugar inaccesible, sino ciertas montañas donde haya una tradición espiritual. “Cuando los conocí en las montañas me impresionaron tanto que decidí escribir un libro”. Ahí se alió con el fotógrafo Steven Johnson y se embarcaron en un viaje por los lugares más recónditos de China para encontrar esas personas, muchos de ellos practicantes de la meditación budista o taoísta: “los ermitaños son las personas más pobres del mundo pero a la vez son las más felices”.

Al preguntarle si no se había sentido tentado a abandonar el mundo que representa su vida en Seattle para irse a esas montañas del retiro espiritual se rio y respondió con franqueza: “No. ¡Tengo esposa y gato! Amaba vivir en un monasterio porque tenías la sensación de estar fuera del mundo de sus discusiones, de la política… todo quedaba atrás. Pero para ser un monje has de acatar órdenes y eso no iba conmigo.”. Reconoció que era “era un misterio cómo un país con raíces espirituales tan profundas se había convertido en un país tan materialista. Ahora en China los ricos son héroes a los ojos de la gente”. Por eso también se está dando un repunte en el fenómeno de los ermitaños en China en gente joven que tiene como referente el libro de Porter, que en ese país ha vendido más de dos millones de ejemplares. La directora de fotografía y realizadora Ellen Xu mostró en su documental, “Invocando al ermitaño”, un fenómeno singular: jóvenes chinos de la generación millennial se iban a vivir a lugares solitarios buscando la armonía con la naturaleza. Afirmaban sentirse desorientados al haber perdido la conexión con sus religiones y filosofía ancestrales: el taoísmo, el budismo y el confucianismo. El título del documental tiene una doble lectura: la llamada a vivir fuera del engranaje oprimente de la economía china pero también es un verso del poeta del siglo IV a C. Chu-tzu, donde advierte que la naturaleza salvaje puede resultar durísima para un humano civilizado. Bill Porter señala que de esos ermitaños, hay una mayoría de ermitañas: “El 60 o 70 % son mujeres. La revolución espiritual en China la lideran las mujeres”.

Sobre la situación política comentó que “en los años 1980 los monjes tenían miedo a responder a las preguntas de un extranjero. Había miedo a la presión del gobierno. Eso mejoró posteriormente durante unos años, pero ahora ha vuelto a empeorar. La tecnología hace que el gobierno de China sepa todo lo que dice cualquier persona en cualquier momento y es una poderosa herramienta de control”.

La editorial Tres Portales publica en su lanzamiento junto al libro de Bill Porter dos obras más: La tradición de las lágrimas de Jean-Paul Iommi-Amunatégui sobre la importancia del llanto la tradición espiritual europea y El Príncep i el monjo (disponible por ahora en catalán) de Avraham Ibn Khasdai, una sorprendente adaptación al hebreo de la historia de Buda en el siglo XII.