“Los colores del incendio”, la novela de Pierre Lemaitre llega al cine
“Los colores del incendio” del director Clovis Cornillac, un filme basado en la novela homónima del escritor Pierre Lemaitre.
Texto: Redacción
Los colores del incendio es una historia de venganza, ambientada en la Francia de los finales años 20 y en periodo de entreguerras, que tiene como protagonista a Madeleine, encarnada por la actriz Léa Drucker, una mujer rica y confiada que debe ponerse al frente del imperio familiar y que se enfrentará al mundo real cuando sea consciente de la traición y la corrupción que la envuelve.
Esta novela es la segunda de la trilogía “Los hijos del desastre” que Pierre Lemaitre dedicó a esos llamados felices años 20 de los que nos contaba en una entrevista, publicada en el número 33 de Librújula, que: “fueron años de locura y felicidad solamente para los muy privilegiados, para los que tenían un capital cultural y económico importante, pero para nadie más. Para la mayoría de la población trabajadora fueron años muy complicados, tal y como se ve en la primera novela de la trilogía, donde muchos de los personajes no tienen trabajo o no reciben la pensión que les correspondía tras haber combatido en la Primera Guerra. Y lo que quiero mostrar con mis novelas es que esos supuestos años felices lo fueron para los privilegiados, que no tienen mayor interés para mí. Yo escribo sobre y para los no privilegiados”.
En la película de Clovis Cornillac los menos privilegiados son fundamentales también, aunque al principio no lo imaginemos. Como Lemaitre ha escrito el guion su esencia se mantiene y Cornillac ha sumado a la historia la espectacularidad de las imágenes, como las del inicio o las escenas de ópera, protagonizadas exquisitamente por Fanny Ardant; que hacen brillar el filme. Hemos preguntado a Clavis Cornillac por el proceso de trabajar juntos, porque en muchas ocasiones la literatura y el cine no han ido de la mano.
La novela de Pierre Lemaitre tiene más de 400 páginas , ¿cómo fue su adaptación?
Pierre Lemaitre es un autor al que sigo desde sus primeras novelas policíacas. Me gusta lo que escribe, porque sus libros son parte de una literatura que se relaciona con todo lo que me atrae del cine: el romance que, como el gran cine, combina una elegancia de escritura y una inteligencia que hace que el entretenimiento atraiga la mente del espectador. Es como con Dumas y Hugo: es una aventura humana con algo que nos supera y la trayectoria de los personajes es tan extraordinaria que les puede pasar cualquier cosa. Puedes conocer a Hitler, puedes jugarte la vida, puedes lograr cosas increíbles. Las conversaciones con Pierre fueron fantásticas y muy claras, y se puso al servicio de la película que yo quería hacer… ¡así que fue una gran aventura para el guion!
¿Qué significa para un director trabajar con el autor?
Aunque Pierre fue el autor de la novela y la adaptó él mismo, siempre estuvo abierto a mis ideas y sugerencias. Mejor aún, cuando quise modificar la narración, tuve frente a mí a un compañero increíblemente disponible, generoso, que siempre me decía “Esta es tu película” y que me devolvía las correcciones que le proponía. Nunca se opuso a mis elecciones ni se involucró en la puesta en escena. Siendo él mismo un artista, no me consideraba un hacedor servil. Así es como trabajo, de lo contrario no podría haber hecho la película. Pero esta actitud por parte de un escritor es muy elegante.
¿Qué diría a aquellos que afirman que el libro siempre es mejor que la película?
Yo diría que las dos cosas son tan diferentes que me parece absurdo intentar compararlas. Sigamos leyendo libros y viendo películas. Eso es lo importante.