La mirada de Javier Cercas sobre el Papa Francisco en «El loco de Dios en el fin del mundo»

El enigma más inmediato, el enigma humano, de «El loco de Dios en el fin del mundo» (Random House), de Javier Cercas, es precisamente El loco de Dios, ergo, el Santo Pontífice.

Texto: Redacción/Antonio Lozano  Foto: Random House

 

Cuando acabamos de saber que el Papa Francisco ha fallecido a los 88 años de edad, nos ha venido inmediatamente a la mente nuestra última lectura, El loco de Dios en el fin del mundo, de Javier Cercas, donde el escritor nos cuenta su viaje a Mongolia acompañando al Santo Pontífice. Del Papa se  ha escrito mucho, pero la mirada de Cercas, que en la primera página del libro se declara: <<Soy ateo. Soy anticlerical. Soy un laicista militante, un racionalista contumaz, un impío riguroso>>, nos interesaba especialmente y hace pocos días el periodista Antonio Lozano pudo mantener un largo encuentro con él donde hablaron de su libro y del Papa Francisco, y del cual os avanzamos un fragmento.

Nos cuenta Javier Cercas que la historia arrancó como una intriga vaticana. Durante una firma de ejemplares en el Salón del Libro de Turín, Lorenzo Fazzini, responsable de la editorial de la Santa Sede, se acercó para invitarlo a acompañar al Papa a un viaje a Mongolia, y a partir de ahí, escribir el libro que le placiera. «Les advertí que era un tipo peligroso, aunque ellos aseguran que les dije que estaban locos. ¿Por qué pensaron en mí? Fuera de que mis libros tengan éxito en Italia, supone un misterio y nunca he querido preguntar. Ahora bien, tendría sentido desde el momento en que la política del Papa Francisco ha venido marcada por lo disruptivo, bajo su mandato la Iglesia ha salido a buscar al otro, al diferente, al que no se encuentra en su seno, la misma visita  a Mongolia, un país de mayoría budista, lo corrobora. Sus enemigos, que abundan, lo acusan de estar más pendiente de los no católicos que de los católicos, lo cual no es cierto. De modo que ofrecemos el proyecto a este señor para demostrar que no tenemos nada que ocultar, que indague y pregunte sin restricciones. Mejor esto que abrirle la mano a un escritor católico sobre el que planeará la sospecha del proselitismo. Si la Iglesia no toma esta vía aperturista está perdida».

«El Papa es un tipo contradictorio, que ha peleado mucho consigo mismo y que no es un ángel, no es un dechado de perfecciones, hablamos de un tipo duro, de mucho carácter, que ha sido soberbio y cometido muchos errores, pero que también peleado mucho. Creo que en la cita de Faulkner que coloco al principio -«Más allá de la derrota hay una victoria de la que el triunfador nada sabe»-encierra la clave del personaje, es lo que une a Jesucristo con el Papa. La derrota puede ser la auténtica victoria. Bergoglio vivió un momento negrísimo que no revelaremos, llegó al fondo del fondo del fondo, creía  con razón que el mundo se acababa para él, y en ese preciso momento nació el Bergoglio que hoy conocemos, y lo hizo a base de sufrimiento, de llegar al límite de sí mismo».

Javier Cercas continúa explicando que «quería indagar sobre qué ha pasado con la religión pues, pese a mi ateísmo, soy de un país de tradición católica, fui educado en el catolicismo y pertenezco a una familia muy católica. El catolicismo fue una revolución que cambió el mundo y ha sido determinante en todos los sentidos posibles a lo largo de dos mil años de historia. El filósofo Benedetto Croce lleva razón al afirmar que «no podemos no llamarnos cristianos» porque política y culturalmente venimos de ahí. ¿Qué hemos hecho con todo esto en la secularizada Europa de hoy? El centro del catolicismo se encuentra actualmente en África y Latinoamérica. No sabía cómo abordar el asunto y la invitación del Vaticano me dio una nueva orientación».

(La entrevista completa se podrá leer en nuestra revista en papel Librújula, de mayo/junio 2025)