La enciclopedia del «pussy» ya está aquí

Zoe Mendelson es escritora, investigadora y estratega de contenidos americana que, junto a la artista visual María Conejo, ha puesto en marcha la web pussypedia.net, de la que ha nacido el libro” Pussypedia”, publicado en España por la editorial Larousse.

Texto: LP

 

Zoe Mendelson y María Conejo se hacían muchas preguntas y hartas de no encontrar respuestas fiables y contrastadas, decidieron unirse y volcar toda la información en una página web. Así nació pussypedia.net, un lugar de internet en el que iban colgando datos, entrevistas, informes, estudios y todo lo que tuviera que ver con el pussy. A raíz de su éxito se publicó el libro Pussypedia en Estados Unidos y recientemente ha sido traducido al italiano y francés. Ahora llega de la mano de editorial Larousse a España.

En la Pussypedia tienen cabida todo tipo de realidades y personas, con vocación enciclopédica en cuanto a la extensión de los temas que trata (anatomía, sexualidad, anticonceptivos, aborto, menstruación, menopausia, cirugía, etc) pero con un tono absolutamente personal, en el que la autora mezcla anécdotas de su propia experiencia con información.

Zoe, ¿por qué el libro en español sigue llamándose pussypedia y no coñopedia, chochopedia o vaginapedia? ¿No existe ninguna palabra en español que describa el contenido del libro?

¡No! Ni en inglés y hasta donde yo sé tampoco en ningún otro idioma. Proponemos una redefinición de pussy como palabra que puede incluir la vulva y la vagina, el clítoris, uretra, recto, útero, ano… y quizás testículos porque hay personas intersex que tienen todo lo de arriba y muchas personas que tienen diferentes combinaciones. Hasta ahora, no hemos tenido una palabra que pueda englobar todo eso. Además, pussy es una palabra divertida, conocida mundialmente y con la que sonríes al decirlo.

¿Cómo surgió la idea de pussypedia.net y vuestra unión para llevarla a cabo?

Estaba discutiendo con mi ex novio acerca de si todas las mujeres pueden squirt (eyacular). Lo empecé a googlear y lo que encontraba era muy estúpido, poco confiable. Entonces empecé a leer estudios médicos pero no entendía nada. Tuve que buscar definiciones de casi cada palabra y lo que aprendí me estaba asombrando. Pensé que estaba mal que fuera casi imposible conseguir información de buena calidad acerca del pussy. Quería hacer algo al respecto y llamé a María, porque era su fan y habíamos querido colaborar, además su trabajo gira en torno al cuerpo «femenino».

¿Por qué ese estigma y vergüenza de todo lo relacionado con el pussy?

Pues la respuesta a esta pregunta podría dar para un libro. Lo veo así, súper simplificado: el patriarcado actúa para preservarse, y usa la vergüenza y el estigma como herramientas de opresión. Audre Lorde nos enseñó que placer = poder. Y la vergüenza funciona súper bien para disminuir el placer. También viene de la religión. El pecado de Eva, el pecado original. Pero hay muchísimos factores.

Pero entonces, ¿el punto G existe o no y por qué vuelve a ponerse en duda una y otra vez?

EXISTE. Es la esponja uretral, alrededor de la uretra hay tejido eréctil súper conectado al clítoris que se puede estimular a través de la vagina. Así lo describieron los científicos que lo notaron desde el principio. Pero por algún motivo se financiaron estudios para buscar una estructura dentro de la vagina (nadie dijo que estaba ahí mas que revistas femeninas), no se encontró ninguna y concluyeron que no existía. No puedo estar segura, pero tengo algunas teorías sobre por qué sucede esto: a consecuencia de las narrativas de género sobre el misterio de las mujeres, la gente piensa que el cuerpo femenino no puede conocerse y, por lo tanto, en realidad no hacen su tarea. Los científicos no leen el trabajo de otros científicos. Otro problema es que los reporteros, como el que escribió el artículo en Cosmopolitan diciendo que el punto G no existe, también son vagos y tampoco leen el trabajo de los científicos. No nos tomamos el tema en serio, por lo que no hacemos nuestro trabajo al respecto con seriedad. It’s very sad.

¿Por qué no usas la palabra mujer y sí la expresión “personas con pussy”? ¿Qué es para ti ser mujer?

Pues porque muchas mujeres no tienen pussies y muchas personas con pussies no son mujeres. Genitales ≠ género. Para mí, alguien es mujer si dice que lo es. Y ya. El género es una construcción, un performance – como nos enseña Judith Butler.

Zoe, en el libro hay muchas anécdotas y vivencias personales mezcladas con la información, incluso llegas a contar que en una ocasión fuiste violada, ¿qué reacción tienen los lectores ante esta exposición tan personal?

Pues como no estoy ahí cuando están leyendo, no sabría. También importa mencionar que sí que hablo de mi violación, pero en el libro explico también anécdotas personales que son positivas; muchas están ahí con la esperanza de que provoquen risas. Muchas personas me han dicho que se relacionan con el libro. Que fue terapéutico leerlo. Que les hizo sentir normal. Y eso se siente muy bien escuchar porque era el propósito.

¿Por qué en muchas ocasiones no decidimos practicar sexo más seguro?

Muchas veces, por la manera en que la sociedad/patriarcado educa a las personas con pussy, de forma que no tengan suficiente confianza y fuerza para insistir a los hombres que se resisten a los condones. Otras veces, no saben cuando parar el momento. Hemos aprendido lo que debe ser el sexo de las películas. Un momento en el que parece que no hay comunicación. Ambos se quitan la ropa corriendo, se tiran en la cama y empieza la penetración sin ninguna charla (ni foreplay!). Entonces, pensamos que así debería ser el sexo. Y es triste porque la comunicación hace todo mucho más caliente. Otras veces, simplemente es porque no queremos. Lo interesante es que hay estudios que enseñan que cuando personas con pussies tienen educación que afirma que el placer es una razón legítima para practicar sexo, tienen más criterio y abogan por el uso de condones más exitosamente. Es otro ejemplo de como la vergüenza es una herramienta excelente del patriarcado. Cuando tienes vergüenza por estar follando, seguramente crees que no mereces tener tus deseos o preferencias respetados.

El libro ya se ha publicado en inglés y se ha traducido al español, francés e italiano, ¿podrá encontrarse en más idiomas y países? ¿Esperabais este éxito cuando iniciasteis vuestra andadura?

¡También en ruso y ucraniano! La palabra esperar no me permite expresar tanto lo que quisiera contestar… I was hoping for it, but not expecting it 🙂