La autoayuda llega a la aldea de Astérix
Con este nuevo álbum, el 40 de la serie y titulado “El lirio blanco”, Astérix estrena guionista, Fabrice Caro, conocido como Fabcaro.
Texto: Redacción
Desde una pequeña aldea gala, Astérix lleva desde 1959 haciendo la vida imposible a los romanos. El guionista René Goscinny y el ilustrador Albert Uderzo crearon este personaje y a su inseparable compañero Obélix para la revista francesa Pilote y desde esas páginas sus aventuras saltaron al mundo. Actualmente, los álbumes de Astérix llevan vendidos casi 400 millones de ejemplares.
Después de Goscinny y Uderzo las historias de Astérix han seguido vivas gracias al dibujante Didier Conrad y al historietista Jean-Yves Ferri, aunque en este álbum se toma un descanso y lo releva Fabrice Caro. Y lo hace con el álbum que acaba de publicarse: el número 40, El lirio blanco, una historia en la que Astérix debe enfrentarse a un nuevo enemigo, una nueva corriente de pensamiento que procede de Roma que nos recuerda mucho a los consejos que predican los malos libros de autoayuda.
“En Francia hay una gran tendencia a leer libros de autoayuda y, a priori, yo no tengo nada en contra pero me gustaba incluir este tema en el álbum y aplicarlo a la aldea, donde la unidad se basa en el caos y en la confrontación y ahora tenemos un gurú que siembra la serenidad. Astérix tiene que volver a crear la confusión”, cuenta Caro durante la presentación del álbum.
Este gurú es Viciovirtus, médico del César y un sabelotodo que llega a la aldea a romper la armonía de sus habitantes. Un personaje” encantador” que se expresa casi siempre en aforismos en los que se mezclan los inventados con algunos de la cultura popular. Didier cuenta que “se inspiró para dibujarlo en dos personas Bernard-Henri Lévy y Dominique de Villepin, pero sin hacer una caricatura de ellos. Estuvimos más de un mes para perfilarlo definitivamente”.
En este álbum otros dos personajes entrañables, el jefe del poblado Abraracúrcix y su esposa Karabella, tienen gran protagonismo. Su crisis de pareja será fundamental en la historia. “Siempre he pensado que el jefe y su mujer se querían mucho y, aunque se pelean, se echan mucho de menos. En las historias de Astérix no es habitual ver la parte más romántica de los personajes y yo quería mostrarla” explica Fabrice Caro.
Astérix y Obélix, como cuenta Conrad “es patrimonio nacional en Francia y es intergeneracional. La gente espera sus nuevas historias, incluso diría, que personas que no leen cómics compran Astérix”.
El fenómeno Astérix es mundial. En España, por ejemplo, del Lirio blanco se han sacado a la venta unos 200.000 ejemplares.