«Hombre solo», de Eduardo Moga

Eduardo Moga lleva ya algunas décadas viviendo entre los más reconocidos poetas de nuestro país. No es de extrañar, considerando que, como él mismo dice en Hombre solo, «soy un hombre que escribe… sin otra pretensión que morir».

Eduardo Moga necesita la poesía para vivir, para reconocerse y reconocer al tiempo el mundo en el que vive, para protegerse incluso de sí mismo. Este poemario es, entre todos los suyos, el más abiertamente biográfico y confesional.

Planificado en cinco islas de su soledad, los característicos poemas largos de Moga se han simplificado (no necesariamente haciéndose más cortos) para golpear más intensamente. Allí lo vemos, exento, una isla, solo, «parado de repente, contemplando el mundo», buscándose. Si ha vivido su poesía a lo largo de toda su obra, experimentando con el juego, la rebeldía o la erudición, ahora es su vida la que, para asombro de sus lectores, asalta sus versos. Sin duda, de este poemario se extraerán algunos de los versos que ilustrarán su nombre en el futuro.

Eduardo Moga Bayona (Barcelona, ​​1962) es un poeta, traductor y crítico literario español, licenciado en Derecho y licenciado y doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona. Es autor de varios libros de poemas; el tercero, La luz sentida, mereció el Premio Adonáis de Poesía en 1995, y con Insumisión recibió en Estados Unidos el International Latín Book Award en 2014. Practica la crítica literaria en revistas como Letras Libres, Cuadernos Hispanoamericanos, Revista de Occidente, Quimera, Turia, El Cuaderno, Ínsula y Nayagua, entre otros medios.

Alfredo  Gavín Agustí  (Ribarroja de Ebro 1957) es un poeta y artista plástico catalán. Sus publicaciones suelen ir acompañadas de imágenes plásticas que él mismo elabora. Escribió artículos de crítica literaria en el diario El Punt y en la vertiente plástica ha ilustrado varias portadas de libros y poemas, y publicó dibujos en la revista La Poesía, señor hidalgo, una revista de poesía publicada en Cambrils en los años 2000 y 2001 por un colectivo de poetas. Un mural de la ceramista Neus Segrià basada en un dibujo de Alfredo Gavín está instalado en la Biblioteca Pere Anguera de Reus.