El viaje de Haidi, un camino entre la depresión y la resiliencia

La escritora Ángela Landete Arnal, también conocida por su pseudónimo Lovelace, ha publicado su primera novela titulada «El viaje de Haidi» (Editorial Autografía), en la que narra la vida de una mujer con depresión y fibrosis quística (FQ) con matices autobiográficos.

 

 

Texto: Gildenis CORREIA

 

Aficionada a las letras desde los 11 años, la autora detrás del seudónimo de Lovelace, Ángela Landete Arnal, se licenció en filología inglesa y vivió una temporada en Inglaterra. Ahora reside con su marido y sus tres hijos en Masnou, municipio de Barcelona. Su primera novela, El viaje de Haidi (Editorial Autografía), describe la vida de Haidi Grams, una joven con fibrosis quística (FQ) que se cría con un padre negligente y quien, tras pasar su adolescencia en un centro de menores arrastrando una gran depresión, deberá viajar a Inglaterra por complicaciones con su enfermedad. Estando allí, vivirá una aventura romántica y hallará el consuelo que necesitaba. Próximamente, la autora publicará sus nuevas novelas La niña más bonita de Alella y Dentro de ti.

¿Por qué elegiste Lovelace como tu pseudónimo?

A mí me gusta mucho la literatura clásica y, Ada Augusta Byron, la Condesa de Lovelace era una de las dos hijas del poeta romántico inglés Lord Byron. Me gustó el nombre y su historia como mujer, ya que fue escritora, matemática y una pionera en la informática; la primera persona en crear un programa informático absolutamente rudimentario.

¿Recién lo empezaste a utilizar para la publicación de tu primer libro?

La primera vez que lo utilicé fue hace un año y medio, al crear la cuenta de Instagram, en la que puse Lovelace.letras. Allí escribo textos de prosa poética, pero máximo de 5 líneas, no escribí nada tan largo hasta El viaje de Haidi, que salió unos meses más tarde. Cuando fui a registrar el libro en protección de datos me preguntaron si utilizaba algún seudónimo y entonces fue cuando se me ocurrió poner el mismo que en Instagram. Así quedaba todo muy claro.

¿Cómo definirías la temática de El viaje de Haidi?

La describiría como psicológica porque, a pesar de incluir romance, va mucho más allá. Haidi sufre de un marcado victimismo: la tendencia de verlo todo negro por su enfermedad, las reflexiones por su pasado y su padre… Es una mochila que lleva siempre consigo, pero vemos que poco a poco la va superando y cambia su actitud en cuanto a la realidad que la rodea. Añadí el romance para que no sea un tratado de psicología. Dije “voy a hacerlo romántico”, como un libro que ayude a digerir la enfermedad, una depresión, y es autobiográfico en el sentido de que refleja lo que yo pasé.

¿En qué aspectos consideras que la novela refleja tu experiencia personal?

Quería dibujar el carácter y la personalidad de Haidi como la mía en lo referente a cómo atraviesa la enfermedad. Hay dos narradores: el omnisciente y el yo personal, con el que le voy indicando el camino a Haidi. La voy riñendo, congratulando, cuando avanza le digo “muy bien, así tienes que seguir”. Cuando me diagnosticaron lupus y fibromialgia caí en depresión y me di cuenta de que cuando estás mal dejas de ver lo positivo de tu alrededor. Cuando salí, empecé a agradecer lo que tengo. Cada mañana en un papel A3  ponía “gracias por tener un marido que me ayuda, 3 hijos sanos”. Mi vocación siempre fue ser profesora, pero ahora puedo escribir y dedicarme a ello. Nunca había deseado ni pensado que me presentaría como escritora; me parece una idea súper romántica.

La enfermedad de Haidi es similar a la tuya, pero no deja de ser diferente. ¿Obtuviste ayuda de médicos especialistas o de amigos con FQ para documentarte?

No, lo hice todo por internet. Tuve que documentarme sobre la información que existía sobre la enfermedad en los años 80 y fue difícil, sobre todo porque en Google salen datos actualizados y la historia del libro ocurre décadas atrás. Y bueno, comparando los avances de hoy en día con los de los años 80 yo decía “madre mía”, por todo ese sufrimiento. Mucha gente termina con un trasplante de pulmón y hace años que se hacen aquí en España, pero no en aquella época, por eso es que Haidi tiene que marchar a otro país. Antes de la novela no conocía a nadie con la enfermedad, pero sí después de publicarla. A través de Instagram supe de personas que se hicieron un trasplante de pulmón y ahora llevan una vida normal. También gente que no la ha superado, porque es una enfermedad realmente dura… Igual que también conocí a una mujer que me dijo que todo lo explicado en el libro estaba muy acertado.

¿La ambientación en Inglaterra la narras a partir de tus propios viajes y experiencias?

Sí, he estado en Londres, Oxford, York, Escocia, en el sur de Londres, Irlanda, aunque nunca en Newcastle. De todas formas, me entretuve muchísimo buscando en Google Maps con el icono amarillo buscando casas, calles…

¿Crees que para Haidi las amistades suplen en cierta manera la falta de atención y afecto de sus relaciones familiares?

Tiene amigas, pero no suplen su carencia afectiva. Haidi sigue hundida, tiene al padre en mente todo el tiempo, el maltrato psicológico… Y sobre todo el desamor que siente por ella. Él es un toxicómano que no estaba preparado para criar a una hija, menos con las necesidades que Haidi requiere. Ella sabe que él se alegra de que se fuera, que la ve como una carga y eso la mortifica porque sigue queriéndolo. Podría haber tirado por la venganza u odio hacia el padre, pero no, dibujé a Haidi como una persona noble, que perdona, que siente compasión. Yo soy un poco así, creo en la bondad humana.

¿Cómo definirías a Lord Alistair Ashely, también conocido como Alistair,  personaje que le propondrá a Haidi embarcarse con él en una aventura romántica?

Alistair es un buen hombre, pero lleva una coraza emocional con las mujeres porque siempre se han aprovechado de él y de su dinero. Le ofrece un tipo de relación a Haidi que le sirve para protegerse a sí mismo. Y ella al principio no quiere, porque lo que ve es un hombre controlador, dominante… es su carta de presentación con ella. Pero a Haidi, la primera vez que quedan, le dan una noticia que le hace pensar en que “si no estoy con él, estoy sola”, así que al menos Alistair le ofrece vivir y disfrutar del presente. Tiene un papel muy importante en la novela porque, una vez sale de su coraza, saca todo lo bueno que hay en él.

Una de las características que sale en determinados momentos de la novela es el talento de Haidi con el violín. ¿Existe algo simbólico detrás del amago de Haidi por esconderlo?

Ella es una persona sin autoestima ninguna, su pasado la marca y sí que su profesor en la Residencia Estels le comenta que tiene talento para el violín y hasta le propone hacer una prueba de selección para el conservatorio de Barcelona, pero Haidi dice que no, que no quiere tocar para el público. Y es que en su vida es lo que pasa, que ella no tiene confianza ni amor propio para ver nada bueno sobre sí misma. Haidi piensa que no vale nada, y no es hasta más adelante que alguien le ayuda a ganar esa confianza.

He sabido que publicarás La niña más bonita de Alella, una historia de suspense en la que tratas el tema de la pederastia

Está a punto de salir. Y sí, pero tan solo que veas lo que publico en Instagram te darás cuenta de que mi escritura es “elegante”, no me gusta hacer daño ni hacerme daño a mí misma. A pesar de que trato el tema de la pederastia, todo es muy suave y no entro en escenas dolorosas. La protagonista es una adolescente, pero tiene una gran amiga. La historia de amistad entre estas dos chicas es conmovedora y también primordial porque se acompañarán hasta el final del libro. Lo que les pasa en la historia es algo que las va a unir de por vida. La protagonista principal sospecha lo que hace su vecino y quiere desenmascararlo. Llega un momento cumbre y a partir de ahí las dos amigas se meten en un lío y deben salir de él, es muy intrigante.

 ¿Y nos puedes hablar un poco de tu otra novela, Dentro de ti?

En esta novela trato el tema de la violencia de género, pero también un poco desde lejos. Está narrada por dos protagonistas: un capítulo por ella, un capítulo por él. El protagonista es hijo de un maltratador, y aunque él no lo es, sí queda tocado y le sale un lado agresivo que a veces no puede controlar. La chica tiene sus problemas, pero no va a tolerar esto. Sus almas se entrelazan, se van cruzando sin darse cuenta hasta que un día de adultos se encuentran y pasa algo mágico. Ellos se miran y digamos que las almas se reconocen. Entonces entra también el romance, pero difícil, por la lucha del protagonista con el padre. Para mí es un tema muy importante, quizá porque con mi padre me llevé bien, pero ha sido siempre muy lejano. Me dio estudios, todo, pero fue muy distante.

¿Con qué mensaje definirías El Viaje de Haidi?

Hay que mirar las cosas positivas que se tienen. A veces, la gente quiere ser feliz y no se da cuenta de que ya lo es por culpa de la mente, algo repetido en la novela. Me gustaría que el libro sirva de ayuda a la persona que esté pasando por un momento depresivo, loco en su vida, o al menos que la entretenga, pero sobre todo me gustaría transmitir que si haces el trabajo de redirigir la mente, eres mucho más feliz. Debemos mirar las luces y de reojo las sombras, porque todos tenemos cosas buenas y malas en nuestra vida y la mente siempre nos lleva a ver las malas, pero las buenas siguen ahí, mil cosas que ya tienes y no siempre ves.