Autopublicar en Amazon. ¿Lo más de lo más?

Aunque ya pocos lo recuerden, Amazon empezó siendo una librería en internet. En aquellos años los editores estaban felices con su servicio veloz y eficiente, pero ahora les tiemblan las piernas al haberse convertido en una plataforma de autopublicación que puede jubilarlos. Se habla de gente que se llena los bolsillos de dinero autopublicando en Amazon. ¿Es oro o es brillo?

 

Texto: Antonio ITURBE  Ilustración Hallina BELTRÃO

 

Durante años, autopublicarse fue la versión paleta de ser escritor, el recurso casero y desesperado de los autores que no lograban ser publicados y recurrían a pagarse ellos mismos la edición. Salvo que tuvieran claro que era una forma de tener el libro encuadernado en la estantería del salón y unos cuantos ejemplares para regalar a primos y cuñados, llevaba a menudo a la frustración. Las empresas de autopublicación les cobraban por un lote de libros cuya distribución era casi inexistente, algunas se lo dejaban clarito que sería así y otras no tanto, permitiendo que volase su fantasía de convertirse en autores de éxito. Hay que tener un músculo logístico del que esas empresas no disponen para mover furgonetas o tener múltiples acuerdos con subdistribuidores locales para colocar un libro en las saturadas librerías desde Olot a Jaén y de Vigo a Tenerife. Colocar un libro en librería no es tan fácil: su espacio es limitado; hay que dar de alta al proveedor; el libro queda en depósito, por lo que ha de establecerse un mecanismo de devolución y abono de la factura. Así que al final —con suerte—, el libro se lo colocaban en una o dos librerías cerca de su casa para que lo pudieran comprar los familiares y a él le pareciera que estaba en todas partes, aunque no estuviera en ninguna, y ahí acababa la cosa.

La llegada de la autopublicación en plataformas digitales, especialmente Amazon, ha dado la vuelta a la tortilla. Si pones un libro en Amazon, sí que está en todas partes del mundo mundial. Y como te verán millones de personas venderás millones de libros. En muchos blogs y redes sociales, corre como la pólvora la idea de que autopublicarte en internet es la maravilla de las maravillas. Incluso se proclama con un clamor justiciero que por fin ha llegado el empoderamiento del escritor liberado del yugo de las editoriales que se embolsan casi todo el dinero. Autopublicándote en Amazon por fin puedes ser el escritor de éxito que siempre soñaste e hincharte a ganar dinero. ¿Alguien da más?

Lo que hay que saber

Amazon informa en su página web: “Autopublique sus eBooks y libros de tapa blanda de manera gratuita a través de Kindle Direct Publishing y llegue a millones de lectores en Amazon. La publicación digital es rápida y su libro se venderá en Kindle en todo el mundo. Gane más dinero. Gane hasta un 70% de las regalías sobre ventas a clientes. Inscríbase en KDP Select y gane más dinero con la Biblioteca de préstamos de Kindle. Mantenga el control de sus derechos y seleccione sus propios precios. Realice cambios en su libro en cualquier momento. Publique sus obras en versión digital e impresa. Publique eBooks Kindle y libros de tapa blanda de manera gratuita. Empiece hoy mismo. Autopublique sus libros de manera gratuita a través de KDP. Descubra lo fácil que es”.

Todo es rápido, todo es fácil, todo es gratis. No es raro encontrar ahora en internet declaraciones como esta de Pablo Laurino en la web de Publica.la: “Zhang-Wei, un autor de origen chino de 34 años que escribe literatura fantástica bajo el seudónimo de Tangjiasanshao, es un gran ejemplo. Es un autor independiente que recurre a la autopublicación en formato digital. Actualmente es uno de los autores más exitosos y reconocidos en China, reportando ingresos anuales por más de 16 millones de euros en ventas de sus escritos”.

La piedra de Sísifo es un blog que mira las cosas desde muchos ángulos, tras el que hay profesionales de la comunicación y la docencia. Ellos, que son fiables, también nos hablan de esa mina de oro de internet y nos cuentan que “un ejemplo de lo que se puede conseguir si se hacen las cosas bien es Adam Croft. Este autor comenzó a escribir y publicar sus novelas de misterio en 2011 y para 2016 ya generaba unos ingresos de 1,4 millones de dólares”. Pero a continuación nos recuerdan: “Algo importante que no debe olvidarse en la autopublicación es que el autor pasa a ser el responsable directo de todo lo que tiene que ver con el libro. Además de editor deberá ejercer la labor de comerciante. Sí, se pueden generar ingresos vendiendo libros en Amazon, pero estos no se venderán solos ni pasarán a ser un éxito de la noche a la mañana”.

Con la autopublicación en plataformas digitales parecía que por fin el autor podía quitarse de encima la dependencia de la estructura editorial y comercial, que se queda el bocado gordo y le deja las migajas. Lo cual es verdad. Esto lo hemos explicado en Librújula varias veces, pero no está de más hacerlo una vez más: del precio que paga una persona por un libro al autor solo le dan el diez por ciento. Y de ahí ha de pagar a su agente, el IRPF, la cuota de autónomos… Es un porcentaje miserable y las editoriales no han sabido o no han querido proteger mejor a sus autores, trabajadores en una eterna precariedad laboral. Amazon da el setenta por ciento al autor (grosso modo). La autopublicación en internet libera al autor de esa retahíla de intermediarios: editor-distribuidor-librero. Libre de todo ese entramado, se va a llevar el setenta por ciento de comisión en vez del exiguo diez por ciento que le da una editorial tradicional.

Pero, curiosamente, alrededor de la autopublicación que libera al creador de las viejas estructuras, surgen otras nuevas con nuevos intermediarios que se suman al treinta por ciento que se lleva Amazon: servicios de edición freelance para pulir el texto, servicios freelance de corrección de textos, posicionamiento en redes sociales, monetarización… Si seguimos leyendo a Pablo Laurino de Publica.la, después de contarnos lo de la lluvia de millones del chino, nos advierte que: “Pero incluso él no logró monetizar del todo sus ventas, empieza a hacerlo tú con nosotros”. Alrededor de la publicación rápida, fácil y gratuita han surgido nuevos negocios que le van a sacar un dinero al autor, pagano eterno de todas las juergas.

Por ejemplo, han surgido cursos que se ofertan para quienes quieran iniciar el camino de la autopublicación amazónica. Un ejemplo es el de clubdeescritores.net: “Si quieres vivir de la literatura, tus libros deben llegar al mayor número posible de lectores. Amazon pone a nuestra disposición una plataforma en la que autopublicar nuestro libro. De la mano de Ana Ballabriga (III Premio Literario Amazon) descubrirás todos los secretos de esta plataforma, las ventajas de publicar en ella, y estarás preparado para iniciar una trayectoria literaria de éxito. Autopublicar con Amazon dejará de ser un secreto para ti”. Esto hace que uno se pregunte: ¿Pero no era llegar y poner el pdf en la web de Amazon? ¿Si es tan rápido y fácil publicar en Amazon por qué alguien que conoce el tema porque ha publicado —con éxito— allí nos dice que es necesario hacer (pagar) un curso?

Se observa también un boyante negocio de libros de autoayuda sobre el asunto que vende la propia Amazon: Del paro a Amazon, best seller de Mark Reklau; Triunfa con tu libro de Ana Nieto, Lidera Amazon con tu ebook de Manuel Delprieto o Triunfa con tu libro: cómo vender tu libro en Amazon ¡y a vivir! de Kevin Albert. Algunos de estos libros de títulos tan eufóricos recuerdan a aquellos otros libros de “cómo hacerse millonario en diez lecciones”. Pero si el autor sabe cómo hacerse rico y, por tanto, ya debe ser muy rico, ¿para qué se toma el trabajo de ponerse a escribir manuales como este y promocionarlos a destajo?

Al indagar descubres que lo de hacer un curso no es tan descabellado, porque la cosa es algo más compleja de lo que prometía. Para empezar, el descuento de Amazon del setenta por ciento depende del precio que le pongas a tu libro. Ese es el porcentaje si tu libro tiene un precio de entre 2,99 dólares y 9,99 dólares. Si quieres poner esos precios ultra-bajos de 0,99 euros para que tu libro suba en ventas y se posicione mejor en las búsquedas priorizadas, tu porcentaje va a ser otro algo menos ventajoso, y varía según los países.

En Amazon los algoritmos mandan y solo sirve estar en los primeros lugares; si estás más allá de la segunda página en una búsqueda, no existes. Para estar encabezando listas por géneros o palabras clave tienes que haber hecho cosquillas al algoritmo de posicionamiento de Amazon y una forma ideal de lograrlo es vender a coste muy bajo para aumentar el ritmo de ventas, aunque se gane muy poco (una ganancia de 60 céntimos por libro). O incluso regalar los libros, para escalar en la pirámide de los buscadores. Ahí interviene la herramienta Amazon KDP Select. De entrada, Amazon no permite poner un libro gratis porque no ganaría nada con eso. Pero sí autoriza a los autores a ofrecerlo gratis cada tres meses durante cinco días si te registras en KDP Select de forma gratuita. Eso sí (lo cuenta la propia Amazon): “Su libro debe venderse en exclusiva en la Tienda Kindle durante el periodo de inscripción de KDP Select (90 días)”. Durante tres meses no lo puedes poner en ninguna otra plataforma, ni siquiera en tu propia página web. Para obtener estos cinco días de promoción hay que ceder a Amazon la exclusividad de la obra durante tres meses.

Sobre su experiencia con esta estrategia de KPD Select, Pablo F. Iglesias, que se presenta a sí mismo como Consultor de Presencia y Reputación Online, cuenta su experiencia con la publicación de su libro 25+1 relatos distópicos, que llegó a ser el más vendido en todas las categorías en Amazon durante veinticuatro horas. “Requiere exclusividad durante noventa días, y es prorrogable las veces que queramos. Es un servicio que recomendaría que lo utilizaras, aunque sea para la campaña inicial”.

Lo visible

Es evidente que subir un pdf a Amazon o adonde sea no es difícil. La pregunta del millón es: ¿Y cómo se va a enterar alguien de que está ahí en medio? Puedes jugar a bajar precios, incluso hasta coste cero según las reglas de KPD Select o, como confiesa algún autor, usar el truco de comprar tus propios libros (sin arruinarte) para que suba en las estadísticas y adelante puestos en las páginas de listados de las búsquedas.

Para plantearte autopublicar en Amazon has de ganar la batalla a la invisibilidad de estar sumergido entre cientos de miles, quizá millones, de otros textos subidos por otras tantas personas y, si no tienes unas redes sociales potentes, va a ser difícil que ganes la guerra. Porque en ese algoritmo que posiciona tu libro de manera preferente en las búsquedas y que nadie sabe exactamente de qué se alimenta, está claro que puntúa muy alto vender ejemplares (para que eche a rodar la bola de nieve en los primeros cuarenta o cincuenta movimientos necesitas el impulso de tu círculo), pero también te hace subir tener comentarios. Así que, al menos hasta que la mecha prenda, vas a tener que activar mucho a tus amigos, conocidos e incluso saludados. Nos lo recuerda por experiencia propia la escritora Nohemi García, que se apoya en su blog y en su Facebook: “Tienes que mover tú todo. Las presentaciones las tienes que organizar tú y el marketing, también”. Si se hiciera una encuesta entre todos los escritores que triunfan en Amazon, no está claro qué porcentaje habría leído El Quijote, pero seguro que el ciento por ciento tienen redes sociales con actualización frecuente.

Publicita, que algo queda

Y si con las redes sociales y las estrategias de precio no bastan, pues siempre están de guardia los chicos y chicas listas de la publicidad. Y si hay una chica lista en estos asuntos, esa es Amazon. Publicar con ellos es gratis pero, amigo escritor, si quieres visibilidad mediante una publicidad eficaz, la tienes que pagar. Su servicio de publicidad Amazon Advertising enseña bíceps y nos dice en la web que: “Con más de 300 millones de cuentas de clientes activas en todo el mundo, tenemos un profundo conocimiento de cómo los compradores interactúan con los productos y las marcas a medida que descubren, navegan y compran en línea”. Nadie lo duda.

En la interesante web Tregolam.com comentan esta opción de Amazon de pago denominada Sponsored Products, incluida dentro de Amazon Advertising, “que funciona mediante el sistema de pujas: decidimos cuánto dinero estamos dispuestos a gastar y Amazon nos cobra según el coste del clic. Una vez seleccionada la opción de Segmentación Automática o Segmentación Manual (podemos escoger los perfiles de los usuario que verán el anuncio)”. Puede ser un sistema eficiente de promocionar el libro, pero nos advierten que las pujas no son del todo claras y nos dan este prudente consejo: “Si estás dispuesto a gastar dinero para promocionar tus obras en Amazon, mejor es que empieces de a poco, invirtiendo algo de dinero y de a poco ir subiendo. Es muy fácil gastar mucho y no obtener resultados. Otro punto fundamental para no gastar es segmentar adecuadamente la campaña”.

Todas estas estrategias son complejas. El autor ha de hacer de promotor del libro, posicionador y, además, ha de corregirse y afinar su propia obra. De ahí que en estos negocios colaterales hayan surgido sitios en internet para acompañarle en todo o parte del proceso. Es el caso de Ebrolis. De una manera muy hábil, se han posicionado como un agregador o seleccionador de “los mejores ebooks gratis o a precio muy reducido. Es un servicio de email totalmente gratuito y te permite leer en tu dispositivo favorito: e-reader, teléfono, tablet o el que tú prefieras”. Eso les ha hecho tener una comunidad de 68.000 seguidores. Tener comunidad en internet vale más que el oro: eso les permite, entre otros servicios, ofertar a los escritores la promoción de libros autopublicados en internet, con precios que van de los 35 a los 160 euros. Precisamente en el equipo de Ebroilis está uno de los autores emblemáticos de este boom de la autopublicación: Cristian Perfumo, que ha vendido miles de ejemplares y en 2017 ganó con El coleccionista de flechas el Premio Literario Amazon.

Ni contigo ni sin ti

Cristian Perfumo, tras haberse convertido en autor de éxito y referente de la autopublicación en Amazon, ha publicado hace unos meses Rescate gris en la editorial Suma de Letras. No es un caso aislado: muchos autores que funcionan en internet, acaban fichados por las editoriales convencionales: Ruth Nieves, Ana Ballabriga, Fernando Trujillo, la actual Premio Planeta Evá Sáenz de Urtúriz… Parecía que la autopublicación en Amazón iba a derrocar el antiguo régimen editorial con su paraíso para el autor de libertad y porcentajes estratosféricos, pero, curiosamente, los autores que triunfan en internet, cuando una editorial les ofrece publicar, se van corriendo para allá. Lo cual nos pone frente a una doble paradoja… Las editoriales tradicionales, que no se cansan de decir que son absolutamente cruciales en su labor de selección y acompañamiento al autor, al fichar a escritores autopublicados de Amazon reconocen que sus libros son buenos y que han tenido éxito sin su ayuda. Ellos mismos hacen que se pueda poner en duda esa presunta “absoluta necesidad” del editor tradicional. Y, para rizar el rizo, ahora las editoriales tradicionales han abierto también sellos de autopublicación (o se han aliado con otros, como en el caso de Penguin), con las mismas carencias que los de toda la vida. Por otro lado, el autor autopublicado en Amazon, que proclama que es mucho mejor y más rentable publicarse por su cuenta, en cuanto lo llama Planeta o Penguin, va corriendo a publicar con ellos. Si publicar en Amazon es una maravilla, ¿por qué se van a una editorial tradicional?

El mundo está construido con un cemento de paradojas. Saquen ustedes sus propias conclusiones sobre si es mejor publicar con moros o con cristianos. Observo con más detalle uno de esos libros para triunfar autopublicándose en Amazon escrito en inglés, Make Money Online From Amazon Kindle Direct Publishing. Y leo la pequeña ficha de su autor: “My name is Imran Ali and I’m blogging for the last 10+ years. My topics of interest are SEO, Affiliate marketing, making money online and website development”. Los focos de interés de este experto en libros son el posicionamiento SEO, el marketing y cómo hacer dinero. Seguro que le va muy bien. Disculpen que sea cursi, ñoño o hipócrita, pero si no lo digo, reviento: ¿Y si resultase que la importancia de escribir está en el placer íntimo de hacerlo, que nada tiene que ver ni con vender ni con publicar, ni con unas ni con otros?

 

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VENTAJAS E INCONVENIENTES DE AUTOPUBLICARSE EN AMAZON

Ventajas:

-Porcentaje para el autor muy superior al de una editorial convencional (del abusivo 10% de la editorial al 70% de Amazon).

-Publicas lo que quieres cuando quieres. Puedes publicar las cartas a tu gestor, si quieres. O publicar mil libros al año.

-Liquidan las ganancias mensualmente, mientras las editoriales pagan a año vencido.

 

Inconvenientes:

-No tienes la mirada del editor que te haga observaciones sobre la calidad de la obra y te haga reflexionar sobre ella. En internet puedes tener un editor free-lance (pero lo tendrías que pagar)

-No te avala ningún sello ni haber pasado el filtro de una editorial. Has de ganarte la visibilidad entre miles de otros autoeditados con estrategias de posicionamiento que quizás tengas que pagar.

-Tú eres tu propio departamento de promoción permanente. O picas piedra en redes sociales y eres muy tenaz (incluso un poco palizas), o no vas a ningún sitio. Puedes solicitar ayuda en la promoción a hábiles community manager (pagando)

 

(Más información en la revista Librújula nº 37)