Andrés Neuman reivindica a María Moliner, la autora del Diccionario de uso del español rechazada por la RAE
El 30 de marzo de 2025 se cumplen 125 años del nacimiento de María Moliner, una de las figuras más influyentes de la lingüística española. Con la biografía novelada Hasta que empieza a brillar (ed. Alfaguara), Andrés Neuman no solo rinde homenaje a la autora y a su icónico diccionario, sino que también se adentra en su vida personal, sus luchas y su incansable dedicación a la cultura y el lenguaje.
Texto: Dafne Rocamora
Han pasado 17 años aproximadamente desde que Andrés Neuman se propuso novelar la vida de María Moliner. Sin embargo, ha sido el destino, y sucesos tan importantes como una pandemia y la paternidad, los que han querido que la publicación de Hasta que empieza a brillar coincidiese con el 125 aniversario del nacimiento de esta gran autora.
Andrés Neuman conoció la figura de María Moliner en su época de estudiante de filología en la Universidad de Granada. Rápidamente, la persona y el diccionario, que a veces parecen una sola entidad, se convirtieron en un misterio fascinante para el novelista: «¿Cómo es posible que una mujer de 50 años, con cuatro hijos criados, en mitad del franquismo, y con una carrera profesional cercenada y estancada tras las represalias de la posguerra, tome la decisión insólita, disparatada y genial de escribir ella sola un diccionario completo?», se pregunta el autor.
Durante años, Neuman realizó una tarea de documentación amplia y exhaustiva: leyó biografías, cartas personales, vio entrevistas televisivas de la autora y se puso en contacto con aquellos que la llegaron a conocer. Además, leyó la primera edición del Diccionario de uso del español como si de una novela se tratase. Para Neuman, las definiciones redactadas por María y las acepciones que elegía y descartaba contaban en clave la vida de la autora: «Fue fascinante para mí como filólogo, pero también como narrador, leer en paralelo el Moliner original y el DRAE que ella manejó. Comparé cada palabra y pude ver las acepciones que se omitieron en el diccionario académico pero que ella sí incorporó. Ella modificó las definiciones con enorme astucia para eludir la censura, y aun así consiguió dotar al diccionario de un peso social y político. Son innumerables los ejemplos, muchos de los cuales tienen que ver con la vida y con la visión de la mujer que fue María Moliner, pero también con su faceta de licenciada en Historia y con su obsesión por el orden meticuloso, propio de la bibliotecaria que fue». Esta última parte de su vida, desconocida para la mayoría e incluso para Neuman, fascinó al escritor: «Se pateó buena parte de las bibliotecas de la Comunidad Valenciana y se convirtió en una exploradora de la vida afectiva, política y social que se creaba en torno a ellas. Toda esta parte de su vida, de la que sabía mucho menos, me conmovió y me sorprendió a partes iguales».
Una vez que se empapó de la vida de María Moliner y sintió que verdaderamente conocía la persona que fue y los motivos que la llevaron a empezar su colosal diccionario, Andrés Neuman comenzó a redactar su novela y a imaginar cómo había sido la infancia de María, cómo fueron las conversaciones con su marido y sus hijos, a imaginarla sola cada noche, sobre el escritorio, rodeada de sus fichas y de un lápiz para borrar y corregir lo escrito.
Neuman construye una novela con pasajes emotivos y diálogos cargados de humor donde se nos presenta a una María cercana, siempre centrada en su objetivo. Hasta que empiece a brillar no es solo una biografía sobre María Moliner y su Diccionario de uso del español es una novela cargada de conocimiento y respeto hacia un personaje casi anónimo que dedicó gran parte de su vida a hacer que la cultura fuese accesible a los demás, a que los libros llegaran a todas las casas de España con su proyecto de bibliotecas rurales, a que las definiciones de los diccionarios respondieran al uso de sus hablantes y no a una estructura jerárquica que lo quería inmaculado; y para que la Academia dejase entrar no solo a hombres sino también a mujeres. La candidatura de María Moliner para ser académica en 1972 fue rechazada por la RAE; no será hasta 1978 que se nombre académica a una mujer: Carmen Conde.
*La entrevista íntegra a Andrés Neuman podrá leerse en nuestra revista impresa Librújula, número 61, del próximo mes de mayo.