«La Odisea» de Carmen Estrada y Miguel Brieva: “¿Demuestra más heroísmo quien lucha que quien cuida?”

Carmen Estrada y Miguel Brieva presentan este jueves a las 19:00 h. en el Festival Gutun Zuria Bilbao su viaje al fondo de  la “Odisea”. Muestran algo muy importante en estos tiempos: “la mayoría de los conflictos y encrucijadas que se presentan a lo largo de sus peripecias son resueltos mediante la palabra, el diálogo, la prudencia y el ingenio, antes que a golpe de espada”.

Texto: Antonio Iturbe

 

Carmen Estrada es investigadora neurocientífica, especializada en el riego sanguíneo del cerebro y su capacidad para formar neuronas nuevas durante toda la vida, catedrática en Medicina por la Universidad Autónoma de Madrid y traductora de griego. Una combinación fabulosa para adentrarse en el viaje de Ulises que reúne todos los mitos fundacionales de la cultura occidental. Se ha aliado con Miguel Brieva, autor gráfico, autor de una obra muy personal ​en la que el humor y la profunda reflexión social se alían a lo largo de su bibliografía, para crear juntos La Odisea ilustrada, una versión del clásico atribuido a Homero que resulta accesible al lector contemporáneo pero salvaguarda la esencia de una de las obras imprescindibles de la Literatura universal (y una de las más apasionantes).

 

¿Por qué la Odisea?

No fue que yo quisiera traducir un texto griego, ni que Miguel tuviera la intención de ilustrar un clásico, ni tampoco que tuviéramos el deseo de hacer algo juntos y, como consecuencia de todo ello, eligiéramos la Odisea. Fue más bien que la Odisea nos salió al encuentro y esto hizo que yo me pusiera a traducir, a adaptar y a convencer a Miguel para que la ilustrara.

 

¿Cómo llegasteis por primera vez a su lectura?

Los personajes y las peripecias que se describen en la Odisea están presentes en nuestra cultura en una especie de destilado que se ha ido generando a lo largo de los siglos y que ha visto la luz en forma de nuevos relatos (Joyce), poemas (Kavafis), óperas (Monteverdi), cine (Camerini), etc. De esa forma, nos hemos ido alejando del poema inicial, entreverándolo con rasgos propios de las distintas épocas y culturas. Por eso, para acercarnos de verdad a la Odisea, hemos querido acudir al texto original y olvidar, hasta donde ha sido posible, las diferentes versiones a través de las cuales nos ha llegado.

 

Miguel, la primera imagen de Odiseo que nos ofreces, mirándonos a los ojos, impacta. Pero es un Ulises menos aguerrido y seguro de sí mismo que la imagen que el cine ha estereotipado a través de Kirk Douglas. Parece tocado por el sufrimiento.

Como bien comenta Carmen, al tratar de acercarnos al texto con una mirada menos prejuiciada, esta cuestión de lo heroico también tiende a alejarse de los estereotipos más manidos y nos muestra a un Odiseo mucho más humano, casi costumbrista. Sorprende constatar cómo la mayoría de los conflictos y encrucijadas que se le presentan a lo largo de sus peripecias son resueltos mediante la palabra, el diálogo, la prudencia y el ingenio, antes que a golpe de espada. Podríamos incluso llegar a sospechar que sus aventuras más audaces y heroicas (las sirenas, Escila y Caribdis, el viaje al Hades, Polifemo, etc.) no son sino relatos adornados con los que Odiseo trata de ganarse el aprecio y la admiración de los feacios, para que estos le ayuden en su regreso a Ítaca. El final del libro, con el ajusticiamiento de los pretendientes, nos muestra el otro gran momento de lucha del libro, pero en este caso es más una escaramuza que una batalla, algo muy terrenal, y una vez más el ingenio y la lucidez de Odiseo son tan relevantes o más que la mera fuerza empleada.

 

¿Mostráis un héroe poco heroico?

Una ausencia de veinte años, alejado de su tierra, su hacienda, su mujer y su hijo, no es de extrañar que por sí sola ya entrañe bastante sufrimiento. Y a esto hay que añadirle todos los sinsabores de un viaje que nunca se cierra. No es de extrañar que en un tiempo tan largo y difícil, Odiseo se muestre a menudo abatido y vulnerable. Porque, ¿cómo debe ser un héroe? ¿Ha de mostrarse inhumano e ignorar su propio sufrimiento, o en verdad no deja de ser un humano como otro cualquiera, al que desde la narrativa quiere asignársele un rango imperturbable e ilusorio? ¿Lo heroico lo determina el bien que le hace a los demás con sus acciones, o el mero empleo de la fuerza? ¿Demuestra más heroísmo quien lucha que quien cuida? ¿No es algo reducida y pueril la visión del héroe que existe en los relatos actuales? Creo que este es un debate mucho más rico y necesario de lo que podríamos pensar y que va más allá de lo literario, pues nos habla directamente de los que somos y lo que podríamos ser.

 

Carmen, nos dices que es acercamiento y también alejamiento, y nos explicas las necesarias adaptaciones de un texto tan extenso y en verso. ¿Cómo ha sido zambullirte de manera tan profunda en el interior de la Odisea?

Yo había leído la Odisea en varias ocasiones a lo largo de los años y creo que fue por esta obra por lo que decidí estudiar griego clásico cuando dispuse de tiempo para ello. Cuando en las clases de griego tuve que traducir el episodio de Polifemo y el de Nausicaa, descubrí muchos matices que me habían pasado desapercibidos en mis lecturas anteriores. La demora que requiere la traducción, cuando buscas la palabra o la frase más adecuada barajando distintas alternativas posibles, o consultas cómo otros han resuelto el problema, hace que te introduzcas en la escena y la vivas. Es entonces cuando los personajes se te revelan en toda su complejidad, cuando te parece que realmente estás compartiendo con ellos la peripecia y que casi te podrías meter dentro de su mente y adivinar qué piensan. Naturalmente, esto solo ocurre cuando el texto es muy rico y los personajes son complejos. La Odisea tiene esas dos características.

 

¿Has descubierto algo que desconocías de la Odisea?

Me ha sorprendido el carácter precursor de un texto compuesto hace más de dos mil quinientos años. A veces la Odisea se presenta como un poema épico —el hermano menor de la Ilíada, como han dicho algunos—, pero el lector actual que conoce la tradición literaria posterior reconoce en distintas partes de la obra rasgos propios de los cuentos populares, de las novelas costumbristas, o de los documentales, entre otros géneros.

También me gusta la rebeldía que transpira. El protagonista no es un héroe perfecto, sino un ser humano con sus cualidades y defectos: es ingenioso, arrojado, ocurrente, seductor sobre todo, pero también imprudente, mentiroso y, en una ocasión, cruel. Hay también dos reinas más inteligentes y perspicaces que sus maridos los reyes, y un esclavo y una esclava capaces de comprender situaciones comprometidas y de participar activamente en su resolución.

 

Las mujeres tienen un lugar importante…

Lo que más me llamó la atención al traducir la Odisea fueron sus mujeres, hasta el punto de que escribí un libro sobre ellas: Odiseicas, las mujeres en la Odisea (Seix Barral, 2021). Ninguna es lo que parece, aunque los estereotipos que se han ido generado sobre ellas a lo largo de los siglos han sido muy poderosos. Sin embargo, una lectura atenta nos revela a una Penélope que no lleva veinte años solo añorando a su marido, sino gestionando con éxito una hacienda agrícola y ganadera. O a una Helena que no es ya bella ni seductora, sino inteligente y sabia. O una Circe que no es una hechicera malvada sino una amante generosa. Calipso, Nausícaa, Euriclea, Arete, todas son personajes complejos que requieren una lectura atenta y desprejuiciada para revelarnos sus personalidades.

 

 

Jueves 27/02    19:00 h.

SOLASALDIA | CONVERSACIÓN

Carmen Estrada y Miguel Brieva estarán este jueves 27 de febrero en el Auditorio del Azkuna Zentroa en un diálogo que lleva por título Las mil caras de la Odisea, dentro del programa del festival Gutun Zuria Bilbao.