Boris Skossyreff: el estafador que quiso ser rey ¡Y casi lo consigue!

Una investigación de una década que ha reunido más de 6.000 documentos revela la increíble historia de Boris Skossyreff, el aventurero ruso que se proclamó rey de Andorra en 1934. El cineasta y periodista Jorge Cebrián reconstruye su vida en un documental y un libro, «L’estafador que va ser rei d’Andorra» que desentierran tanto sus delirios como su sorprendente visión de futuro.

Texto: Sabina Frieldjudssën

 

Boris Skossyreff es uno de esos personajes que parecen salidos de una novela de aventuras, pero cuya vida fue tan real como difícil de clasificar. Nacido en 1896 en Vilnius, en el seno de una familia de la baja nobleza rusa, Skossyreff vivió bajo múltiples identidades y nacionalidades, pasando por ciudades de toda Europa, involucrado en tramas de espionaje, estafas, conspiraciones diplomáticas y proyectos políticos tan audaces como fugaces.

En julio de 1934 se proclamó “Rey de Andorra”, con el nombre de Boris I. Prometía una constitución moderna, apertura económica y neutralidad internacional. Su reinado duró apenas dos semanas: el Consell General se desmarcó, el Bisbat d’Urgell reaccionó abruptamente y Boris fue detenido por la Guardia Civil española y expulsado. Pero la anécdota caló en la prensa europea, que lo retrató como un excéntrico, un farsante o un romántico trasnochado.

Hoy, casi un siglo después, Jorge Cebrián rescata su figura en el documental L’estafador que va ser rei y en el libro del mismo nombre, publicados tras más de diez años de investigación.

“La historia de Boris estaba llena de huecos, de contradicciones y de mitos que nadie había contrastado”, explica Jorge Cebrián. Lo que comenzó como una curiosidad se convirtió en una investigación monumental: más de 6.000 documentos, 400 artículos de prensa histórica, archivos policiales de varios países, correspondencia privada, fichas de espionaje, y más de 30 entrevistas a familiares y testigos.

Cebrián accedió a fuentes inéditas, como los álbumes personales de Roswitha, la segunda esposa de Boris, conservados por una cuñada residente en Alemania. También logró consultar informes de inteligencia franceses, fichas policiales alemanas y archivos diplomáticos británicos. “Muchas de estas fuentes muestran a un personaje mucho más complejo de lo que la leyenda andorrana sugiere”, apunta.

Uno de los hallazgos más llamativos es la capacidad de propaganda de Skossyreff. Vestía como aristócrata, hablaba cinco idiomas, escribía manifiestos y sabía cómo ganarse titulares en la prensa. “Era un maestro del espectáculo político, un influencer de su época”, dice Cebrián. Pero detrás del brillo, también había sombras: falsificación de títulos nobiliarios, actividad como estafador, y posibles vínculos con servicios secretos europeos —algunos incluso lo sitúan colaborando con los nazis-, aunque eso aún se investiga.

Uno de los obstáculos en la investigación fue el acceso limitado a archivos del Bisbat d’Urgell, decisivo en la caída del “reinado” de Boris. Según Cebrián, esa parte de la historia está “aún incompleta”. ¿Cuánto apoyo tuvo Boris dentro del Consell General? ¿Hubo simpatizantes internos a sus propuestas modernizadoras? ¿Se le expulsó solo por considerarlo un impostor o por temor a que sus ideas prosperaran?

Aunque autoproclamado rey, Boris no era solo un bufón. Algunas de sus propuestas (reforma constitucional, liberalización económica, desarrollo del turismo) se concretaron en Andorra… décadas después. “Eso no lo convierte en un profeta, pero demuestra que su proyecto no era solo fantasía”, sostiene el autor.

A día de hoy, algunos aspectos de la vida de Boris siguen sin resolverse: su verdadera ascendencia nobiliaria, su descendencia, sus colaboraciones reales con agencias de inteligencia, y su vida posterior en América Latina y Europa del Este. Murió en los años 80, aparentemente en el anonimato, pero su historia sigue dando giros. “Hay cosas que aún no puedo afirmar con seguridad. Boris mintió mucho, pero también le mintieron. Es un espejo de su tiempo: entre guerras, ideologías extremas, fronteras difusas… Un personaje que resume el siglo XX”, concluye Cebrián.

El documental se ha presentado en festivales internacionales como Cinemania Montreal y también en Andorra, donde ha despertado interés, debate… y cierta incomodidad. El libro, por su parte, amplía el relato con apéndices documentales, cartas, fotografías, y un análisis detallado de la figura de Skossyreff desde el punto de vista político, social y psicológico.

Lejos de reducirlo a un personaje pintoresco, Cebrián propone leer a Boris Skossyreff como símbolo de una época de crisis de legitimidad, donde lo absurdo y lo posible convivían en la misma persona. El rey que no fue, pero que quiso ser —y que, de algún modo, aún reina en el imaginario colectivo.

El 17 de septiembre se estrenó, en los barceloneses Cines Girona, el documental de Jorge Cebrián tras su recorrido internacional. El documental se podrá ver al Ateneo Cine de Igualada el próximo 30 de septiembre. También se estrenará en otras salas en Andorra, Madrid,  la Seu d’Urgell, Mallorca, Pamiers (Francia) y Mende (Francia). Después de pasar por las salas de cine, el documental se podrá ver a Filmin, TV3, a IB3 y a RTVA.