Alba Carballal: “El humor gallego nace de la resignación”
La escritora de Lugo publica “Bailaréis sobre mi tumba”, una historia de la apertura de la sociedad tras la dictadura, entre la conciencia ecológica y la ruta del bakalao.
Texto: Javier PINTOR Foto: Alberto ALMAYER
El 13 de noviembre de 2002 el petrolero Prestige se accidentó durante una tormenta en una zona del litoral gallego conocida como “Costa da Morte”, muy cerca de Finisterre. Esto provocó un desastre ecológico que tuvo graves consecuencias para la población gallega y que generó el denominado movimiento “Nunca Máis”, con amplia repercusión y movilización social dentro y fuera de Galicia. En aquel 2002 Alba Carballal tenía 10 años y estudiaba educación primaria en un colegio de la ciudad de Lugo. Muchos centros educativos gallegos fueron con su alumnado a visitar la zona y comentaron en sus aulas este acontecimiento. Alba Carballal cuenta que para ella el hundimiento del Prestige supuso un punto de inflexión en su vida: lo recuerda como el primer suceso que despertó en ella una conciencia social. La unión del pueblo gallego y la colaboración de muchísima gente que llegó de diferentes lugares de España e incluso del extranjero dejó una huella profunda en su mente.
Más de veinte años después de aquella catástrofe Alba vuelve la vista atrás y sitúa su nueva novela “Bailaréis sobre mi tumba” (Seix Barral, 2023) en un pueblo imaginario del litoral ferrolano que ha sufrido el embate de algunas de las catástrofes ecológicas que asolaron Galicia durante estas últimas décadas, remontándose de forma retrospectiva hasta el 31 de diciembre de 1978, día del accidente del buque “Andros Patria”. Estos sucesos son el telón de fondo de una trama que recorre la historia reciente de todo un país que empieza a despertar del letargo después de muchos años de oscuridad. Por las páginas de esta novela conviven, en un difícil equilibrio, el inicio de un aperturismo que se manifiesta en los inicios de la corriente de conciencia ecológica, la movida viguesa, la ruta del bakalao en la Valencia de los 90, junto a la perpetuidad y arraigo de los valores tradicionales y conservadores de un cacique de pueblo que piensa que también puede controlar y dirigir la vida de su revolucionaria hija Aída. La radiografía se completa con los desmanes financieros que se abren paso en el levante español.
Alba Carballal nace en Lugo y vive en esta ciudad hasta que se marcha a estudiar Arquitectura a Madrid. Aunque es de una ciudad de interior. Explica que siempre estuvo muy vinculada al mar gracias a los veranos que disfrutó en diferentes pueblos costeros de las Rías Altas. Este es el lugar elegido por la autora para recrear un pueblo ficticio fácilmente reconocible que sufre los embates de los petroleros accidentados durante estos años.
El espacio geográfico determina los acontecimientos narrados y la naturaleza gallega deja su impronta en una escritora de gran talento que no renuncia a sus raíces de nacimiento. La narradora emplea continuamente la ironía y la llamada “retranca gallega” que Alba Carballal define muy lúcidamente como “un humor que nace de la resignación”. Es precisamente este tipo de humor, leve, casi traslúcido en esta novela, un rasgo distintivo que identifica su literatura. Sólo hay que acudir a su anterior libro, Tres maneras de inducir un coma (Seix Barral, 2019) para apreciar que Alba Carballal maneja los registros de la sátira y la comedia con soltura y eficacia. En Bailaréis sobre mi tumba la parodia alcanza a la propia narradora “moderna”, trasunto en cierto sentido de la autora, que ironiza sobre sí misma en un ejercicio que le sirve para hacer visibles los andamiajes del proceso creativo.
Dice que siempre quiso dedicarse a la escritura. En la actualidad Alba Carballal se gana la vida redactando guiones de cine y televisión o escribiendo novelas. Puede parecer que sus inquietudes y quehaceres actuales tienen poco que ver con sus estudios universitarios de Arquitectura pero nada más lejos de la verdad. Alba comenta que no sabe escribir sin tener en cuenta la cartografía de sus ficciones. En su primera novela ya trazaba un recorrido exhaustivo por las calles de un Madrid moderno, casposo y underground. En Bailaréis sobre mi tumba, se recrea un pueblo del litoral gallego situado en la ría de Ferrol del que ella misma trazó un plano físico que le permitiera observar con exactitud los recorridos que guían a sus personajes. La autora concede gran importancia a la armazón formal, estética e intelectual de sus obras.
Se declara lectora compulsiva y no concibe su escritura sin los libros; para escribir necesita leer. El tono de sus textos lo encuentra leyendo a otros de ahí que en sus novelas siempre encontremos una voluntad de estilo que varía con cada nuevo libro. Con sólo dos novelas publicadas Alba Carballal ha conseguido dotar a sus textos de una voz narrativa propia, genuina, muy sui generis y fácilmente identificable.
Alba Carballal invita al lector a participar en los juegos estéticos que plantean sus narraciones. Este es el lugar donde se sitúa una literatura que juzga el pasado con las gafas de una narradora del siglo XXI, sin complejos, y que aporta una mirada poliédrica sobre la realidad, aparentemente, una más entre muchas pero que ilumina como pocas la conciencia de un tiempo pasado y de toda una generación que se proyecta en nuestro presente.